El comercio electrónico y sus retos
El ecommerce ha crecido en 2020, como consecuencia de a crisis sanitaria,de forma gradual, hasta considerarse que el 70 % de la población española compra online
Según el VII Estudio Anual de eCommerce en España, en 2020 los potenciales clientes del canal electrónico fueron cerca de 22,5 millones de internautas , después del cambio brusco de hábitos de compra y consumo como consecuencia de la pandemia de la Covid19
El año que empieza, mostrará si las tendencias iniciadas durante los primeros meses de la pandemia se asentarán. PaynoPain, empresa tecnológica española especializada en el desarrollo de herramientas de pagos online, hace un análisis de aquellos retos y oportunidades a los que la venta online tendrá que enfrentarse en 2021.
Tendencias
1. Se diluye la frontera entre las ventas físicas y online. Durante la pandemia los negocios locales han tenido que reinventarse a marchas forzadas para no verse abocados al cierre, y tener presencia online ha sido uno de los cambios más necesarios.
Combinar el mundo online con el físico tiene enormes ventajas para las empresas, ya que permite crear múltiples combinaciones de venta según cada necesidad. Las opciones son ilimitadas y cada negocio puede configurar su propia estrategia multicanal.
2. El social commerce ha venido para quedarse, pero: lo cierto es que las ventas a través de las redes sociales han sido una solución parche para aquellos negocios que no han podido crear una plataforma propia de eCommerce. Lo ideal, sin duda, es utilizar el comercio a través de redes sociales como un refuerzo a las ventas web. La mayor barrera que tiene este método es la falta de confianza por parte del usuario. Romper esa barrera mediante una estrategia en social media que se base en la transparencia y la comunicación será un reto para las empresas.
3. Es el momento de dar el salto internacional. Una tendencia imparable es la globalización. Especialmente por parte de aquellas empresas que han creado productos o servicios originales y únicos y desean exportarlos a otros países. Por suerte, la tecnología lo pone cada vez más fácil, sobre todo dentro de la misma Unión Europea.
4. Los compradores eligen sostenibilidad. Vender productos con materiales reciclados, asegurar un trato justo en todo el proceso de fabricación o llevar a cabo acciones de responsabilidad corporativa son detalles que el cliente cada día valora más. Es muy recomendable empezar un plan de compensación de la huella de carbono para que el cliente internacional tenga la tranquilidad de estar comprando de manera responsable y sostenible.
5. Los pagos seguros se convierten en la única opción. Con la entrada en vigor de la famosa directiva europea de pagos PSD2 a inicios de este año, saltarse la identificación en dos fases del cliente ya no será una posibilidad (excepto si son pagos de poco importe). Por eso es importante apostar por una tecnología de pagos que permita los pagos tantos físicos como online, tanto en web como en redes sociales y facilite la internacionalización.