El 67% de los consumidores lee el etiquetado de los alimentos
¿Es usted uno de esos consumidores que lee las etiquetas de los productos de alimentación que compra? Si es así, forma parte de ese 67% largo de españoles, que ha adquirido este hábito, más frecuente en las mujeres que en los hombres, según los resultados del Barómetro AECOC Shopper View.
Una investigación que también apunta un 30% adicional de compradores que «a veces» examina el etiquetado, frente a aquellos que no se molestan en ojear la información del envase porque confían en la marca. Para los que no se fían tanto o quieren saber más, los atributos más buscados son la fecha de caducidad, seguida de los ingredientes y de la info nutricional. Por su parte, los factores que más preocupan son la veracidad de la información seguida del contenido de grasa del producto.
Las mujeres muestran una mayor predisposición a ‘leer’ que los hombres, generando cinco perfiles diferentes. El primer grupo representa cerca del 22% del total y está compuesto por mujeres sin hijos o con núcleos familiares pequeños. Prestan mucha atención a todos los elementos de la etiqueta, sobre todo a la información referente a la calidad y seguridad. Otra parte, está constituida por compradoras más jóvenes y sin hijos (31%) interesadas por las calorías y valor nutricional del producto, siendo el contenido de grasas, lo que más les preocupa. Habitualmente, este tipo responde a un modelo de compras pequeñas. También hay un colectivo femenino (21%) atraído por la calidad y por las referencias sobre ingredientes transgénicos y alérgenos. Son jóvenes con estudios universitarios y, en algunos casos, hijos menores de 7 años.
Por lo que respecta a los hombres, puede decirse que el el 15% son compradores “despreocupados”. Los de más edad, sin hijos o con un núcleo familiar con hijos mayores de 17 años, se preocupan más por la veracidad de la información que aparece en la etiqueta. La fecha de caducidad y los ingredientes son los aspectos más valorados. Finalmente, encontramos un perfil que sólo lee el valor nutricional del producto (11%) y que no entiende los demás conceptos. Son hombres de mayor edad y con menos estudios.