Desigual. La moda al revés

Con casi un cuarto de vida, Desigual es uno de las retailers españoles con mayor proyección internacional. Cuenta con 3.000 puntos de venta, más de 100 corners en todo el mundo y 60 tiendas propias en España. Su acento es español, pero ha conquistado mercados tan competitivos como los de Francia, Italia, Reino Unido, Alemania o los Países Bajos. Ha entrado en Australia y en Asia, donde hace tres temporadas que luce sus prendas en los escaparates más cotizados de Singapur, Japón Corea y Hong Kong . Ahora sus ojos miran hacia Europa Central, Escandinavia, Norteamérica y Latinoamérica y Oriente Medio.

Con un modelo de negocio multicanal (tiendas propias, establecimientos multimarca y shop in shop), Desigual ha logrado consolidar su marca en los lugares donde está presente . La información, que le proporciona cada uno de estos formatos le permite seleccionar los diseños más exitosos de cada colección y poner en marcha la cadena de suministro (Fast-Retailing Oriented Supply Chain) para que estos lleguen a las tiendas antes de fin de temporada.

Streetwear diferente
La diferenciación es uno de los factores clave en el éxito de Desigual. Diseños desenfadados y originales, colores atrevidos y modelos impensables plasmados en cortes perfectos componen el “armario de Desigual”. Una oferta inconformista para un target muy concreto (jóvenes de entre 20 y 30 años), que se amplía a todos aquellos que buscan un streetwear diferente. Algo que transmite la imagen de marca de Desigual, con la “S” invertida de su logo, obra del diseñador Frederick Thomas, que también se percibe en toda la organización, desde el interiorismo de sus locales (diseñados por Martí Guixé), hasta las inauguraciones de tiendas, que se convierten en eventos sociales, que van más allá de lo comercial.

Crecer “desigualizando”
Desigual lleva años expandiendo su enseña dentro y fuera de España. El próximo año, la cadena destinará una inversión de 25 millones de euros a la apertura de entre 30 y 40 nuevos centros en España, Europa y Asia, que, sin duda, contribuirán a aumentar su volumen de ventas, que se ha multiplicado por diez en los últimos cinco años.

En 2007 la empresa ha logrado una facturación de 80 millones de euros, que supone un aumento del 70% respecto al año anterior y ha vendido 3,5 millones de prendas. Este año también ha crecido en Europa y Asia. Ha puesto en marcha un nuevo centro de diseño en Barcelona y ha completado el desarrollo de su estructura en India y China que, con el 52% y 29% respectivamente, son sus principales productos de ropa.

De Ibiza a Barcelona
En Barcelona se encuentra el cuartel general de Desigual. Allí trabajan 100 personas y allí se encuentra un equipo de diseñadores capitaneados por el fundador y director creativo de Desigual, Thomas Meyer.

Sin embargo, Desigual no nació en Cataluña. Sus orígenes se remontan a los inicios de los ochenta, en Ibiza, cuando Meyer, entonces un joven diseñador suizo, vendía sus creativas camisetas en la isla. Desigual nació en 1984, fruto de la evolución. Su eslogan de entonces “Desigual no es lo mismo”, creado por Isabel Coixet, hoy prestigiosa directora de cine, daba ya muestras de lo que sería y es una “marca emergente”, que sigue fiel a su “utopía”.