ANGED. «La tienda sigue siendo el punto neurálgico del comercio»
[DA RETAIL. OPINIÓN Y ANÁLISIS]
(Por Alfonso Merry del Val)
El fragor del debate diario hace perder a veces la perspectiva del tiempo. Los cambios sociales, económicos y tecnológicos están transformando por completo nuestro sector a una velocidad asombrosa. Sin embargo, medios como Distribución Actualidad han podido narrar la gran historia de éxito del comercio español en estos últimos 45 años.
En verdad, es una historia de éxito de la economía española que, en apenas cuatro décadas, ha multiplicado por 18 su PIB y creado 6 millones empleos, hasta casi converger en renta per cápita con la media de nuestros socios europeos.
Este salto económico se ha correspondido con otro comercial. Hemos pasado de un comercio muy pequeño y atomizado con un nivel muy bajo de especialización, asociación y organización, a un sector perfectamente comparable al de los principales mercados europeos, con un tejido empresarial moderno y competitivo, con empresas bien posicionadas internacionalmente y una cadena de valor muy eficiente.
En mi carrera profesional, he tenido el honor de contribuir a algunos de los principales hitos de esta evolución. He tenido la suerte de participar en las empresas que desarrollaron los primeros hipermercados en España en los años setenta. En junio de 1975 se abrió el primer JUMBO en Madrid, (pocos meses después del primer hipermercado en España, de Carrefour en Barcelona) y en 1976 el primer Continente (de Promodès en Valencia). Después en los 80 llegaron los híper de Alcampo e Hipercor, y más tarde muchas más enseñas, también españolas.
En estos inicios, lo mas remarcable es que los supermercados aun estaban prácticamente desparecidos. En una sociedad de consumo en plena expansión, el éxito comercial del hiper fue enorme y generó una auténtica revolución: tenían 50 veces más superficie que las tiendas convencionales, con autoservicio, pero sobre todo un amplísimo surtido de productos con un nivel de precios muy inferior. Todo ello cautivó a los consumidores e hizo que la formula triunfase.
En los años noventa irrumpieron otros dos modelos de éxito. Por un lado, las cadenas especializadas y «category killers» de moda, electrónica, hogar, bricolaje… y por otro, las cadenas de supermercados de proximidad, que pudieron crecer sobre todo a partir de 1996 gracias a la Ley de Comercio que restringió fuertemente la actividad de sus competidores directos, los híper.
La evolución del comercio no es sino el reflejo de los cambios sociales. Por poner un ejemplo, cuando nació esta revista (Distribución Actualidad-D/A Retail) la alimentación tenía un peso predominante en el gasto de los hogares, en torno al 40% del presupuesto familiar. Hoy siendo importante, representa sólo un 17 % del gasto de los hogares, que se han abierto a nuevas necesidades y vectores de consumo.
El cambio, por tanto, es consustancial al comercio. Sólo perduran aquellas empresas que saben interpretar las señales sociales y económicas y darles una respuesta adecuada
Sin embargo, a veces el ritmo de los cambios puede ser acelerado y complejo, como ocurre en la actualidad con la transformación digital. La adopción y difusión de nuevas tecnologías alcanza un ritmo disruptivo. Para el consumidor de hoy, todo es digital porque siempre está conectado y con un acceso ilimitado a una oferta de productos y servicios nunca antes imaginada.
Como consecuencia, hemos pasado de un contexto en el que las empresas iban aplicando innovaciones progresivas; a un entorno disruptivo, donde las tecnologías y la emergencia de nuevos competidores globales rompen nuestros marcos convencionales.
He advertido muchas veces de que la digitalización del retail no es sólo empezar a vender online. Se trata de un cambio mucho mas profundo de la estructura y estrategia de las compañías, sus procesos, operaciones, logística, relación con proveedores, medios de pago, equipos humanos y tiendas. Y todo ello tiene un impacto directo sobre la estructura de costes, márgenes y precios, que están más expuestos al escrutinio del consumidor conectado.
Las empresas de ANGED son conscientes de los desafíos y oportunidades que se presentan. Sólo la inversión en transformación digital creció un 15% el pasado año
Estamos viendo nuevas propuestas, formatos y experiencias de compra que integran el mundo físico y el digital. Mientras, la tienda, que algunos han querido enterrar, sigue siendo el punto neurálgico del comercio, el lugar donde confluyen consumidores y marcas, el espacio donde los grandes retailers siguen enamorando a sus clientes.
La viabilidad de las tiendas y por tanto de la contribución a la sociedad sólo es posible con un marco jurídico moderno y adaptado a la nueva realidad digital. En todo este marco temporal que acabamos de repasar, la legislación ha cambiado muy poco en sus aspectos básicos. Incluso ha empeorado, si tenemos en cuenta que en muchos casos se ha fragmentado en 17 regulaciones autonómicas nada compatibles con el entorno global en el que hoy opera el comercio.
En esta increíble y positiva evolución social y económica de España, las empresas de ANGED han creado casi 250.000 puestos de trabajo. Por ello, somos conscientes de que estamos a tiempo de abrir un debate sensato y fructífero sobre la tienda del futuro, construir nuevos consensos que favorezcan el crecimiento y nos permitan escribir nuevas páginas doradas para el comercio en España.
Sin duda, publicaciones como Distribución Actualidad contribuyen a esta labor.
¡Enhorabuena por vuestro 45 aniversario!