4 de cada 10 entidades de crédito no usan aún la tecnología open banking
La banca abierta permite anticipar la solvencia futura de un consumidor al usar datos holísticos y actualizados, como los costes de la vivienda o los pagos de préstamos.
En un contexto de inflación creciente, resulta necesario adoptar nuevos modelos de análisis de solvencia que sirvan para garantizar decisiones de riesgo crediticio más precisas y proteger, por ende, a los consumidores.
Según las conclusiones extraídas por la plataforma de open banking Tink en su última encuesta a directivos financieros, existen dos realidades sobre los procesos tradicionales de préstamos. Por un lado, aparecen personas que pueden permitirse un crédito y que, sin embargo, están siendo excluidas por modelos de calificación crediticia anticuados. Y por el otro, la falta de protección para aquellos consumidores si cambian las circunstancias económicas y aparecen problemas de solvencia.
Para solventar estos retos, aparece la tecnología de banca abierta, que según recuerdan desde la compañía, anticipan la solvencia futura de un consumidor al emplear datos holísticos y actualizados, como los costes de la vivienda, los pagos de préstamos, los seguros, los suministros o el transporte.
Según datos de Tink, el 42% de las entidades de crédito españolas todavía no utilizan esta tecnología para generar un análisis de crédito basado en los datos de las transacciones, mientras que más de un tercio (39%) no la emplea para evaluar los gastos y la solvencia. Aunque existe un 30% de compañías que tiene previsto su adopción.
“Está claro que muchas instituciones de crédito siguen recurriendo a las comprobaciones crediticias tradicionales para determinar la viabilidad de los préstamos. No hay lugar para estos modelos en la actual coyuntura económica, y cuanto antes se reconozca esto, mejor será el resultado tanto para las entidades como para el consumidor”, ha señalado Daniel Henriquez, director de banca para el sur de Europa de Tink.
Flecos en la evaluación crediticia actual
Según datos de la última encuesta de Tink, un 68% de entidades de crédito españolas han endurecido los criterios de solvencia desde la pandemia, pero siguen existiendo debilidades en el proceso de evaluación crediticia que pueden originar el rechazo de préstamos a algunas personas de forma innecesaria.
Entre tales debilidades se citan, por ejemplo, la imposibilidad de verificar deudas, como préstamos ya existentes (47%), otros activos, como inversiones (44%) o ingresos (30%).
Respecto a los factores que consideran más relevantes en el proceso de evaluación crediticia, los directivos financieros encuestados señalan el proceso de verificación de ingresos (79%), la búsqueda de factores de riesgo, como por ejemplo descubiertos en cuenta o apuestas en juegos de azar (79%), o la evaluación de gastos y de solvencia (74%).