Cuatro de cada 9 empleos son aptos para la robotización
En el contexto de la factoría 4.0 los expertos reunidos en el Congreso Nacional de Directivos de la Asociación para el Progreso de la Dirección han asegurado que en España el 48% de las labores que se desarrollan en el entorno laboral son susceptibles de ser robotizados.
Aunque el porcentaje resulte alarmista a priori, los expertos reunidos – entre los que se encuentran Rosa García, presidenta y CEO de Siemens España, Andrés Ortega, director del Observatorio de las Ideas o Alejandro Macarrón, director de la Fundación Renacimiento Demográfico- han señalado de igual forma los nuevos puestos de trabajo que generaría la robotización (o automatización) de dichas tareas.
Así lo ha considerado la presidenta de la compañía de electrodomésticos, que ha puesto como ejemplo el área de minería de datos. De acuerdo con García, el empleo de herramientas tecnológicas en la extracción y análisis de grandes cantidades de datos, junto con profesionales expertos, ayudaría a obtener el potencial del mine data. “Es una cualidad tan humana como la intuición la que nos indicará qué datos de verdad nos pueden ser útiles para el futuro de nuestros negocios”, ha asegurado.
Otro dato significativo lo ha aportado Andrés Ortega. El fundador del think-tank ha señalado que en nuestro país aún falta un millón de expertos digitales y ha enfatizado en la necesidad de proteger a las personas más que a los empleos cuando se trata de la robotización en el ámbito laboral.
En concreto, Ortega ha incidido en la obligación de colaborar en un pacto social con el fin de establecer un plan que afronte los posibles problemas de la cuarta revolución industrial, como la desigualdad, los empleos faltos de regulación o la brecha de género.
Por su parte, el director de la Fundación Renacimiento Demográfico, Alejandro Macarrón, ha comentado la tendencia futura de la desaparición del desempleo, gracias a lo que él mismo ha denominado “bomba demográfica” – de acuerdo con Macarrón, para 2050 la población mundial alcanzará las 50.000 millones de personas-, y el abaratamiento del coste de la productividad debido a la revolución tecnológica.