El COVID-19 en Mercadona. Así influye la crisis sanitaria en la cadena
A pesar de formar parte de la lista de servicios esenciales y haber incrementado las ventas de sus establecimientos, Mercadona comienza a percibir los efectos de la crisis sanitaria en sus cuentas. El crecimiento en ventas experimentado en marzo, de un 14% mayor que en 2019, apenas sostiene el beneficio, que ha caído un 95% respecto al mismo periodo del año anterior.
Las colas en sus supermercados y las ventas online generadas en aquellas direcciones que pueden cubrir las colmenas de Barcelona, Valencia – y, recientemente, el centro de Madrid– han traído a la cadena valenciana 2.331 millones de euros, alcanzando la marca más alta de su historia.
Sin embargo, la subida en costes que ha originado la crisis sanitaria de coronavirus ha causado un descenso abrupto en el resultado de mes de marzo. La compañía ha obtenido cinco millones de euros, un 95% menos que los 57 millones del pasado año.
Con el inicio del estado de alarma y el consiguiente confinamiento, los costes de la firma presidida por Juan Roig se han incrementado durante este mes un 25% hasta los 100 millones de euros, resultado de la puesta en marcha de medidas extraordinarias a causa del COVID-19.
Según datos de la compañía, 14 millones de euros han sido destinados a la adquisición de guantes, mascarillas, gel desinfectante, gafas protectoras y mamparas para la sección de cajas. Y ha optado por emplear agentes de seguridad privada para ayudar a controlar el aforo de los establecimientos.
Los costes de logística también se incrementaron, al contratar más transportistas a fin de garantizar el abastecimiento de su red de tiendas, cifrada en 1.600 puntos de venta. Además, de haber cerrado secciones especiales en éstas, como la sección de comida para llevar o la de jamón al corte, con el objetivo de centrarse en la reposición de productos básicos.
En cuanto a la partida de personal, la compañía ha tenido que reforzar su plantilla con la contratación de 600 personas y ha concedido una prima del 20% del sueldo habitual, que ha traído un coste de 44 millones de euros.
Aleix Juan, destituido del comité de dirección
Además de haber impactado en su cuenta de resultados, la crisis sanitaria también ha traído movimientos en la dirección de la compañía. Aleix Juan, director general del departamento de informática, ha sido destituido del comité de dirección.
Juan ha liderado el proceso de digitalización de la compañía en los tres años en los que ha estado en este cargo. Un puesto que cubrirá Francisco Espert, otro miembro del comité, que compaginará con sus actuales responsabilidades, entre las que se incluyen la prescripción de productos secos.
El que fuera responsable del área de informática abandona el comité, no así la compañía, a la que pertenece desde 2012. Aunque, por el momento, la cadena de supermercados no ha precisado cuáles serán las nuevas funciones de Juan.
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