El consumidor eleva su partida de alimentación, a pesar de la inflación
En 2021, cada hogar dedicó a alimentación 532 dólares al mes, se esperan 611 dólares en 2022
La inflación y los problemas en la cadena de suministro podrían no afectar al incremento del presupuesto que el consumidor destina a alimentación. Si en 2021, cada hogar dedicó una partida mensual de 532 dólares, se espera que este año dicha cifra se eleve hasta los 611 dólares.
Son datos del último estudio de la consultora KPMG, Consumer Pulse Survey | Grocery 2022 forecast – special edition, que anticipa posibles cambios de consumidor en un año en el que todavía existe preocupación por las variantes de la COVID-19 y la inflación continúa por encima del 2%.
En 2022 la consultora pronostica un alza de la partida dedicada a alimentación, que pasa de los 532 dólares a los 611 dólares al mes. Sin embargo, la creciente inflación y los problemas ya descubiertos en la cadena de suministro podrían complicar a los supermercados la tarea de alcanzar los objetivos de márgenes marcados para 2022.
Respecto a la inflación, se espera que los precios de los artículos que componen la cesta de la compra se eleven un 8%, frente al 7% marcado en diciembre de 2021. Este porcentaje se dará en la primera mitad del año y se situará en el 4% en la segunda parte de 2022.
La perspectiva de que el consumidor eleve la partida dedicada a alimentación este año resulta más elevada incluso para el propio consumidor. Mientras que la industria anticipa un 2,7% más de ventas, los consumidores encuestados piensan que incrementarán su gasto entre un 10% y un 15% a finales de año.
Precio más alto fuera del hogar
La subida de los precios de alimentación y bebidas resultará más elevada en el sector Horeca. Según se recoge en el informe, mientras que los precios de alimentos para el hogar se espera que aumenten entre un 1,5% y un 2,5% en 2022, los servicios de alimentación y restauración elevarán sus precios entre un 3% y un 4%.
Preguntados sobre cómo responden ante un alza del precio, un 22% de consumidores encuestados indica la compra de menos artículos; un 22% la adquisición de productos de distintas marcas; y un 21% opta por la marca de distribuidor.
En cuanto a la posible falta de stock detectado en ciertos bienes, cerca de un 71% se muestra preocupado – un 37% de estos asegura estar ‘muy preocupado’-. Cuando no encuentran unidades del producto que buscan, cambiar de marca continúa siendo la primera opción (35%), seguida del cambio de producto (33%) y pasarse a un comercio online (18%). Para un 24%, la falta de stock no tiene ningún impacto en la compra.