Comercio y Horeca. Patronales de Barcelona prevén consecuencias «catastróficas»
El cierre de comercios en la ciudad catalana afecta a 3.000 tiendas y 35.000 empleos en la comunidad.
El Gobierno de Barcelona echa un jarrón de agua fría al sector de la hostelería y a los comercios, al anunciar que la ciudad no pasa a la segunda fase de la desescalada, en esta nueva ola del coronavirus, ante el aumento de contagios. Esta decisión frena las ventas de los negocios, que esperaban facturar este año en el Black Friday y en la campaña de Navidad.
Los centros comerciales se quedan fuera y miles de restaurantes y bares seguirán cerrados (o bajo mínimos, ante la ausencia de cenas). La patronal Comertia sostiene que “mantener la Fase 1 aboca a consecuencias catastróficas a las empresas”. La asociación Barcelona Oberta recuerda que “el 85% de tiendas en centros comerciales son de pequeño formato y podrían funcionar con el aforo reducido”, han publicado en ElPeriódico. Consideran que esta medida afecta a 3.000 tiendas y 35.000 empleos en Cataluña.
Desde el Gremi de Restauració, el director Roger Pallarols presentó una petición de ampliar los horarios, ya que “mantener el cierre a las 21.30 horas, sin cenas, finiquita la campaña navideña, que era la última esperanza del sector”, añadiendo que “lamenta que se haya vuelto a romper el diálogo con los sectores afectados, a los que no se consultan las medidas”.