Cohesión y LIDERAZGO

Si hay algo que caracteriza a Nicolás López es la ilusión que pone en su trabajo. El mismo dice que dejará de trabajar el día que deje de divertirse. Empezó a hacerlo en la multinacional Nestlé y posteriormente en la papelera estadounidense Scott. Actualmente ocupa la Dirección General de Mantequerías Arias (empresa controlada por el grupo francés Bongrain), cargo que en los últimos meses compagina con la Presidencia anual de FENIL (Federación Nacional de Industrias Lácteas), desde la que lidia con la fuerte crisis de materia prima. Sobre ella y sobre otros problemas que sacuden al sector lácteo hablamos en esta entrevista.

Sin olvidarnos, de los planes presentes y futuros de Arias.

DISTRIBUCIÓN ACTUALIDAD. Podemos comenzar hablando de Mantequerías Arias y de su labor al frente de una de las compañías referente del panorama lácteo español. ¿Cómo ha sido el camino recorrido?
NICOLÁS LÓPEZ. Al igual que cualquier empresa, Arias ha vivido ciclos. Estamos hablando de una compañía que se fundó en 1848, y en ese tiempo ha pasado por muchas situaciones. Yo entré en 1992, en un momento en el que estaba en un ciclo de caída. Además, sufría una crisis de vida, con un portafolio de productos viejos, que el consumidor no quería o empezaba a no querer. La misión era relanzar la compañía y se hizo mediante crecimiento externo, interno e innovación.

D.A. Además de su trabajo en Mantequerías Arias, está la Presidencia anual de Fenil. ¿Qué representa para usted este cargo?
N.L. Un presidente que viene de una multinacional aporta a FENIL una tecnificación que le acerca al objetivo de llegar a ser un órgano gestionado de forma profesional y dar esa imagen en nuestras negociaciones. Para mi, en particular, es como un Master. Tienes que olvidarte de tu empresa y gestionar para todos. En mi caso, aún es más complicado porque tengo que gestionar el sector español cuando pertenezco a una compañía francesa.

D.A. En el tiempo que lleva al frente de la organización, ¿se están cumpliendo los objetivos que se marcó?
N.L. El primero yo creo que sí. Se ha profesionalizado la FENIL, hemos estabilizado la organización. El problema es que nos ha venido la gran revolución de incremento de costes de las materias primas. Dentro de lo que se puede hacer en estos casos hemos sabido gestionar la crisis. No satisfactoriamente, pero sí razonablemente bien. Por ejemplo, hemos conseguido que no haya habido desabastecimiento.

Escalada de precios
D.A. Tras años de cierta estabilidad de precios, en los últimos meses se han vivido constantes subidas, ¿Se pueden cuantificar?
N.L. La industria actualmente, tiene la leche más cara de toda Europa y casi me atrevería a decir de todo el mundo. Está pagando entre 45-50 céntimos de euro por litro, cuando el precio promedio debería estar en 30-35 céntimos. El incremento casi roza el 50%. Sin embargo, el consumidor paga entre un 21-22% más. La industria está soportando el resto del ascenso.

D.A. Estas subidas, ¿han provocado un descenso acusado de consumo?
N.L. Si. En el mercado se notan dos movimientos, el de acudir a productos sustitutivos, en este caso muchos consumidores han abandonado las marcas líderes y compran MDD y otro, el descenso de consumo, propiamente dicho.

D.A. Ante esta circunstancia, ¿se ha planteado la FENIL algún tipo de medida?
N.L. La organización ha impulsado una campaña en la que colabora el Ministerio y Bruselas para animar al consumo de productos lácteos. Estos forman parte de la Dieta Mediterránea y estamos viendo que se está abandonando a favor de otras dietas menos autóctonas. Además, están las campañas a nivel autonómico.

D.A. A Mantequerías Arias, en particular, ¿cómo le afecta este descenso?
N.L. En quesos se sufre menos, porque la subida de precios es menor. La escalada ha sido sólo en leche de vaca. Si afecta, sin embargo al queso Burgo cuyo mercado está cayendo en torno al 1%.

D.A. Comentaba que la industria está soportando parte del incremento. En cambio, la imagen que dan algunas organizaciones de consumidores es que ha habido especulación, ¿está de acuerdo?
N.L. A las industrias que están atacando no son industrias lácteas son otras industrias agrícolas. La especulación en nuestro sector se puede hacer muy mal, por la escasez de intermediarios y porque no puedes pensar en futuro, al no haber opción al almacenamiento. Sólo hay ganadero e industria, y por ello, la repercusión es muy importante y directa.

Los culpables y la solución
D.A. ¿Qué ha sucedido para llegar a esta situación?
N.L. Todo parte de un déficit mundial de materia prima, agravado en España, por nuestra condición de país deficitario en leche. La industria no puede dejar de aprovisionar a sus clientes y está dispuesto a pagar lo que tenga que pagar al ganadero.

D.A. Sin embargo, el ganadero se queja de su situación
N.L. Porque ve como sube el precio que perciben por la leche y baja el que le dan por la carne, y sus costes aumentan. El problema es que confunden los términos coste y precio. Además hay otro aspecto, el ganadero aislado no se ve vendiendo sus terneras en el exterior. Eso desequilibra todavía. Todo se solucionaría, sentando en una mesa a Gobierno, sindicatos, ganaderos productores de leche e industria, para estudiar lo mejor para el país y para todos.

D.A. Con esa idea nació la Interprofesional Láctea en la que también participa el Ministerio de Agricultura, y en 2005, la Mesa Láctea. Estas iniciativas no han acabado de cuajar. ¿Qué modelo de interprofesional debería instaurarse en España?
N.L. Hay que copiar el modelo francés que se basa en un interés común. No se puede ir a una mesa de este tipo a hacer política, a discutir, a ver quien gana. Esto es una posición equivocada. En segundo lugar, tiene que haber un líder.

Conclusión: si te falta el objetivo y el liderazgo, estas iniciativas fracasan. La solución es gestionar estos instrumentos como una empresa.

Relaciones con la distribución
D.A. ¿Cómo son las relaciones de industria-distribución?. ¿Y, en el caso de Arias?
N.L. Es buena. Hay que tener en cuenta que el sector lácteo es un driver para ellos. Están muy interesados en ver qué nos pasa. En quesos también están muy interesados, es una categoría que está creciendo, hay mucha innovación, al igual que en yogures.

Al ser un sector tan atractivo y de atracción de clientes, se ven ofertas escandalosas, pero no por culpa de la distribución, sino por la caducidad del producto. Si hay mucho stock realizan promociones agresivas. La competencia entre ellos es feroz, sobretodo en lo que se refiere a primeros precios.

D.A. ¿Hay cabida a este tipo de promociones en el contexto actual de precios?
N.L. En este momento los primeros precios ya no existen. Es muy difícil encontrar leche a 45-50 céntimos de euros. Están en 1,05 las marcas y las promociones están en 80-85 céntimos. No hay opción a guerra de precios, porque no hay materia prima.

D.A. Como usted dice la industria no puede aumentar la producción porque viene determinada por Bruselas. ¿Para la industria sería mejor que no existieran estas cuotas?
N.L. Hay un error, entre los sindicatos agrarios que piensan que la industria quiere leche barata. El problema es el de antes, confunden los términos precio y coste. El objetivo de la industria es aprovisionarse razonable y competitivamente y a partir de ahí que el mercado dicte el precio. Si es caro aprovisionarse, subirá precios o acudirá a leche de Francia y si es barato entrará en promociones. La industria en ningún caso quiere que su proveedor se arruine.

Hablando de Arias
D.A. Cuando se cruzan las fronteras se choca con un elemento muy temido, la competitividad. ¿Cómo se vive desde Mantequerías Arias este reto?
N.L. Es nuestro eje estratégico número tres. El primero es la calidad, tenemos grabado a fuego que por mucho que suba el coste, la calidad debe ser superior. El segundo es la innovación y en tercer lugar, vigilar costes.

D.A. Con la situación actual y los cambios que se avecinan, ¿cómo se plantean su estrategia de crecimiento?
N.L. Trabajamos en un plan con horizonte 2015. Somos un grupo francés que quiere ser independiente y vamos a seguir con esta idea de desarrollo interno. Si hay alguna posibilidad de adquisiciones lo haremos siempre y cuando sea muy estratégico.

En el sector lácteo hay muy poca concentración. En España falta el gran grupo lácteo de leche líquida y el gran grupo quesero. De aquí a 2015 tienen que crearse estas dos compañías y Arias tiene que ser un actor obligatorio de estos cambios.

D.A. ¿Se plantean diversificar su actividad?
N.L. Estamos muy focalizados en los quesos. La estrategia de la compañía es: Yo entiendo de quesos, en especialidades queseras, productos de calidad.

D.A. Por último y volviendo a la crisis actual, ¿bajará el precio de la leche? ¿Si es así, llegará a los niveles anteriores a la subida?
N.L. No sé que decirle, yo creo que sí, pero después de 2015 cuando se liberalice la producción. Antes habrá bajadas, pero no sé si llegarán a los niveles anteriores. Es muy difícil de prever ahora.

• FENIL nació el 28 de noviembre de 1977 con el objetivo de representar ante todas las instancias al sector industrial lácteo español. En total la integran 80 empresas, cuya cuota de producción alcanza el 95% del total. Forman parte del sector de leche líquida, quesos, leche en polvo, yogures, mantequilla y postres lácteos.

• Nicolás López llegó a la presidencia de FENIL con la meta de profesionalizar la organización para dotarla de mayor poder en las negociaciones. El objetivo está cumplido a falta de unos meses para dejar el cargo.

• Para López, la solución a muchos de los problemas que vive el sector lácteo español, está en gestionarlo desde las organizaciones cómo se gestiona una empresa, buscando un interés común.

Perfil del sector lácteo
•Produce 7,5 millones de toneladas entre leche de vaca, oveja y cabra
•Sus ventas representan el 10% de las de la industria alimentaria
•Emplea a 32.000 asalariados
•Consumo en hogares 2006: 3,6 millones de toneladas
•Variación: – 3,66%
•Cuota láctea 2006/2007: 6,1 millones de tn
•Nº empresas a 1 de enero de 2006: 1.579
•Importaciones 2006: 1.266 millones de euros
•Exportaciones 2006: 650 millones de euros
•Suponen el 6,83% del gasto en alimentación

Fuente: FIAB y FENIL