Cerdanyola, obstáculos al centro comercial

El proyecto de construcción de un gran centro comercial (el mayor de toda Cataluña) en el Vallés Occidental (Barcelona) se ha topado con su primer escollo, el comercio local, Un colectivo que se opone a la construcción del complejo, cuyas dimensiones (175.000 m2) podrían superar a La Maquinista, hasta ahora el complejo comercial y de ocio de mayores dimensiones en la región catalana.

Aunque se trata de una realización a largo plazo (podría estar terminado en seis años), las reacciones no se han hecho esperar. La Confederación de Comercio de Cataluña (CCC) se ha reunido con 11 asociaciones, representantes de los empresarios de la comarca del Vallés para valorar el impacto del proyecto.

En un comunicado conjunto, la CCC ha mostrado su deseo de impedir el desarrollo, ya que en su opinión “lo más beneficioso para la comarca es la creación de industrias limpias, así como de empresas de nuevas tecnologías que creen puestos de trabajo de calidad”. Las entidades reunidas declaran que “no quieren especulación ni políticas depredadoras para empresas ya establecidas, y que no se ha tenido en cuenta que la comarca ya tiene un gran número de centros comerciales y grandes superficies”. No se oponen a la creación de oferta comercial en la zona, pero dicen que ésta “debería adaptarse a la oferta de viviendas que se prevé construir. Pero, en ningún caso, el centro comercial más grande de Europa”.

Según las asociaciones, “el Instituto Catalán del Sol (Incasol) no puede dirigir la política comercial de Cataluña, ya que es competencia del Departamento de Empresa y Empleo”. Por ello, y reclaman coherencia y un plan estratégico que dé fuerza al comercio urbano.

PROYECTO POLÉMICO

Como ya informó DA Retail, el pasado 13 de julio la Comisión de Urbanismo de Barcelona aprobó el plan director del Centro Direccional de Cerdanyola, en unos terrenos propiedad del Institut Catalá del Sol (Incasol), que han variado su uso, debido al interés de empresas, grandes grupos de distribución internacionales y fondos de inversión por instalarse en la zona. De ahí la creación del megacentro, ocuparía el espacio comprendido entre el sincrotón Alba (acelerador de partículas) y la Universidad Autónoma de Barcelona, destinado inicialmente a la ubicación de empresas tecnológicas, con más de cuatro millones de m2.

Además del centro comercial y de ocio, el proyecto prevé la construcción de un hotel, más de 4.000 viviendas libres y protegidas, empresas vinculadas al Parc de la Ciencia y la Tecnología, y zonas dedicadas a espacios libres y equipamientos, con un desarrollo a largo plazo, más de veinte años, para la realización de todo el conjunto.