Cava desaceleración interna, Impulso exterior
Pasados ya los malos tiempos del boicot a la producción catalana y la guerra comercial entre los dos líderes del sector, el mercado del cava se enfrenta al nuevo revés, que ha supuesto la caída del consumo en el mercado interno, un retroceso del 3,13%, que ha situado la última campaña en algo más de 98 millones de botellas, frente a los 101 millones largos cosechados en 2006
Las ventas experimentaron un mejor comportamiento, con un valor de 224,95 millones de euros, que revela un leve crecimiento, según la última estadística del Consejo Regulador del Cava (CRC). La disminución de la facturación en las bodegas ubicadas fuera de Cataluña y el abandono de la producción de bajo precio se perfilan como las principales causas de la desaceleración.
Precios al alza
Los datos de la consultora IRI España, referidos a las ventas de cava en distribución organizada (52 semanas fin 13 julio’08), coinciden con la patronal y reflejan la contracción del volumen, cifrada en un 2,8% en el último año, saldado con un total de 30,8 millones de litros. Las ventas evolucionaron positivamente, por el incremento de los precios, lo que se tradujo en repunte 4%, es decir más de 137,41 millones de euros.
Por lo que se refiere al conjunto de vinos espumosos (cava, granvas, otros espumosos y champagne), la misma fuente señala un crecimiento del 4,2% en valor, hasta los 163,11 millones de euros, que compensaron la merma del 2,3% registrada en la producción, situada en 34,16 millones de botellas.
No obstante, las cifras revelan que el cava sigue siendo el rey de los espumosos, al arañar más del 90% del volumen y más del 84% del total mercado, mientras que el codiciado champagne detenta sólo el 2% del consumo y el 11,5% de los ingresos, a pesar de que su penetración en los hogares españoles va en aumento.
Fortaleza exterior
Las exportaciones han sido la tabla de salvación del ejercicio 2007. El dinamismo exterior ha conseguido salvar el “bache interno”, con 126,7 millones de botellas distribuidas en los mercados internacionales, que han representado un aumento interanual del 2,6%. Todo ello, teniendo en cuenta la debilidad del dólar, presente en varios de los países importadores. Aún así, Estados Unidos ha logrado mantenerse como tercer destino mundial de nuestros cavas, habiendo aumentado un 8,4% sus pedidos hasta los 14,4 millones de botellas, sólo por detrás de Alemania, primer importador, que ha reducido en un 10,55% su contingente, situado en algo más de 41 millones de botellas en 2007 y del Reino Unido, segundo país comprador con 32,7 millones de botellas y un crecimiento del 5,13% en el último año.
Apuesta por la calidad
La apuesta del cava por desestacionalizar el consumo y convertir este espumoso en un vino más, cuyo consumo sea apto para cualquier momento y no sólo un referente de celebraciones y fiestas, ha hecho que los primeros espadas del sector estén apostando por los tipos de alta gama, en un intento de posicionarse entre los mejores caldos nacionales, potenciar la imagen de marca y rechazar la producción con escasa de calidad. Con estos mimbres, la industria ha conseguido mantener las ventas en un momento en el que las bodegas ajenas al circuito catalán adelgazan sus cuentas, después del espectacular despegue que protagonizaron hace tres años.
Actualmente, el censo de bodegas elaboradoras de cava es de 275 empresas, cinco más que en 2006. Muchos de estos productores se esfuerzan ahora por promocionar los cavas de larga crianza, una categoría que se oferta con marchamo de calidad
Según el Instituto del Cava, el año pasado se vendieron 10.000 cajas de cava de gama superior, cuyo un precio ronda los 25 euros por botella.
Los problemas surgidos en las últimas campañas habían arrastrado los precios a la baja.
Pero, para Gustau García Guillamet, presidente del CRC, “el precio de la botella de cava debería situarse siempre que fuera posible por encima de los seis euros y nunca en los precios escandalosos de los dos euros, que deberían desaparecer del mercado”.
Más brut
Entre diciembre y enero se consume el 51% de todo el cava que se produce en España.
Los grandes supermercados canalizan el grueso del negocio con cuotas que rondan o superan el 36%, seguidos de los hipermercados con algo más de un cuarto. La venta directa a través de las bodegas sigue siendo escasa (4%).
Los estudios de IRI, referidos a libreservicio, indican que los tipos con mayor demanda siguen siendo el brut y el semiseco, que de forma conjunta reúnen con más de las tres cuartas partes del total.
La participación del brut alcanza más de la mitad del total mercado (50% en volumen y 54% en ventas), lo que supone un total de 15,4 millones de litros y 73,9 millones de euros, mientras que el cava semiseco absorbe alrededor de una cuarta parte (29% en volumen y 22,3% en facturación), sumando 8,9 millones de litros y 30,7 millones de euros. La diferencia es que mientras que el brut sigue creciendo, con aumentos del 1,3% en volumen y del 6,6% en facturación, el semiseco decrece, no tanto en valor (-4,4%) como en producción, donde su descenso es ya de dos dígitos. (-11%).
El brut nature ocupa el tercer peldaño del mercado, fijando los valores del año anterior, (17% del volumen y 20,3% en ventas).
Sorprende el avance generado por el cava dulce, que, pese a su exigua participación, experimenta subidas del 31% en volumen y del 57% en valor.
Por su parte, la estadística del CRC apunta asimismo, aumentos significativos en el tipo brut, que llegan al 51% en el mercado interno y al 49% en el exterior, mientras que en el semiseco se aprecian subidas más moderadas, un 20% en el mercado nacional y un 35% en la exportación.
Liderazgo compartido
Cerrada ya la herida entre Codorníu y Freixenet, las dos compañías blindan su posición. La primera con porcentajes del 31,3% en volumen y del 35,4% en valor y la segundo con el 29,7% de la producción y el 26,2% de las ventas. La marca del distribuidor les sigue a la zaga, mucho más cercana en volumen, donde sube y deja sentir su peso con más del 24% y más alejada en valor, donde sólo alcanza el 10,5%
Teniendo en cuenta que la fuerza conjunta de los dos líderes suma más del 60% del mercado, es fácil calcular la posición de los demás operadores entre los que se encuentran empresas como Juve & Camps; J. García Carrión; UCSA, Castillo de Perelada y Arco Bodegas Unidas. Y es que las referencias de Codorníu y Freixenet inundan los lineales. No obstante, la marca propia acapara la demanda en categorías como el brut (28,5%) o semiseco (32,7%), aunque sigue siendo aventajada por los líderes en el capítulo de ventas (Anna de Codorníu, con el 30% del valor del brut y Freixenet Carta Nevada con el 28% del semiseco).
El top 5 de la tercera pata del negocio, el brut nature, se encuentra algo más repartido en Encabezado por Bach Extrisimo, de Bodegas Bach (35% en volumen y 21,9% en valor), que supera a la marca del distribuidor (14,6% en volumen y 8,3% en ventas), da cabida a otras referencias como Juve Camps Reserva Familiar, de Juve & Camps o Conde de Caralt, de Bodegas Caralt, sin olvidar a Codorníu Mediterránea.
NUEVA IMAGEN
El pasado mes de mayo el CRC presentó la nueva imagen del cava. Un mensaje fresco, que se apoya en el eslogan “De la tierra el corazón” para transmitir el laborioso proceso de elaboración de este producto, desde que es recogido en las viñas hasta el paladar.
La campaña que ha contado con el soporte de libros y vídeos explicativos, diferencia por primera vez los cuatro tipos de cava, Joven, Reserva, Gran Reserva y Rosado, resaltando sus cualidades, a partir de las letras que componen la palabra “cava”. Así, el “Joven” está representado por la legra “C”, característico y convincente. El Reserva por la “A”, de amplitud y aroma a fruta madura, con una crianza superior a los 15 meses. El Gran Reserva es la “V” , vigoroso y vibrante “y el Rosado, el más moderno de todo los cavas, aromático y ligero, está encarnado en la “A” final.