Casi la mitad los españoles, receptivos a probar la carne de laboratorio
Se estima que para 2030 esta industria represente el 1% del mercado cárnico global, hasta alcanzar un valor de 25.000 millones de dólares.
La preocupación por el medio ambiente, el bienestar animal y la salud cada vez está más presente en la cesta de la compra de los españoles. En 2021, más de cinco millones de personas se identificaban con la dieta ‘green’, cerca de 1.300.000 nuevos consumidores en dos años.
En este viaje, salen a la luz alternativas de alimentos sustitutivos a la carne de origen animal, como aquella elaborada en laboratorios. De hecho, casi el 50% de los españoles se muestra abierto a comprar este producto cuando esté disponible en los supermercados, según datos recogidos en el informe ‘The Green Revolution 2021’ elaborado por la consultora Lantern.
Latern ha profundizado en la actitud de los españoles hacia la carne cultivada en este nuevo documento, también conocida como carne in vitro o de laboratorio. Se trata de aquella carne animal que proviene del cultivo de células musculares extraídas previamente de animales y no directamente de carne animal. En concreto, el 29% de los encuestados muestran una actitud receptiva a probar esta alternativa, seguidos del 13%, que señalan que probablemente la compre y un 4% que se muestra plenamente convencidos de su compra.
Por otra parte, el 27% ha mostrado su rechazo, mientras que un 27% señala que seguramente no pruebe este producto. Comparando los datos por el tipo de dieta, los consumidores veganos, vegetarianos y flexitarianos muestran una mayor disposición hacia el consumo de carne in vitro. De hecho el 57% de los veggies se muestra partidario a comprar este tipo de alimento, frente al 45% de los omnívoros, lo que supone 10 puntos por debajo.
Los jóvenes, más dispuestos
Acerca de la edad, las nuevas generaciones están mucho más abiertos a comprar este tipo de carne de laboratorio, donde casi el 66% de entre 18 y 24 años estaría dispuesto a comprarlo, muy por encima del grupo de edad de entre 25 y 34 años, con un 51%; o de los adultos de entre 35 y 44 años, con un 46%. En el caso de los seniors, el 47% estaría dispuesto a su compra, con una edad comprendida entre 55 y 64 años, mientras que los mayores de 65 años bajan su porcentaje hasta el 34%.
Interés entre los inversores
La industria de carne laboratorio está ganando peso entre los inversores. A finales de 2021, la startup israelí Future Meat Technologies levantó una ronda de capital por valor de 347 millones de dólares, con el objetivo de escalar su tecnología de producción de carne cultivada y conseguir producir pechugas de pollo a 1,70 dólares.
Se estima que para 2030 este mercado experimente niveles elevados de crecimiento, donde algunas fuentes que representará el 1% del mercado total cárnico global, lo que significa un valor de 25.000 millones de dólares. Entre los obstáculos, los reguladores europeos son más “escrupulosos durante el proceso de aprobación. Los fabricantes de carne cultivada tendrán que demostrar que sus productos son seguros y saludables para el consumo”. De hecho, ya existe una vía para la aprobación europea a través de la legislación sobre nuevos alimentos de la UE de 2018, que incluye los cultivos celulares en su definición de nuevos alimentos.
Además, el mayor reto será esta industria es la aceptación del consumidor. “Aunque hoy en día existen productos basados en células, como los bocados de pollo de Eat Just en Singapur, aún queda mucho camino por recorrer antes de que logren imitar en sabor y textura a los productos cárnicos tradicionales”, que desde 2020 esta ciudad-estado ha autorizado la venta de este tipo de carne, convirtiéndose en el primer país del mundo en hacerlo.