Bruselas potencia el e-commerce transfronterizo
La Comisión Europea quiere impulsar las compras entre estados miembros a través de Internet para ello ha propuesto reforzar los derechos de los consumidores, facilitando así que se puedan beneficiar de las diferencias de precio que se dan de un país a otro.
Según el ejecutivo comunitario la normativa actual ha quedado obsoleta y no existe la suficiente normalización entre los países miembros, de ahí la necesidad de una nueva regulación que mejore la confianza de los consumidores en este tipo de transacciones.
Entre las medidas que quiere impulsar Bruselas está la de fijar un plazo máximo de 30 días laborables en la entrega del producto y 14 días laborables posteriores para que el cliente se retracte de su compra. Si el artículo llega con retraso debe devolverse el dinero de la compra.
Además quiere que el vendedor está obligado a proporcionar al consumidor una información completa del producto, indique si existen gastos extras, no aparezca preseleccionada en la web una casilla que su ponga un pago extra.
La normativa también incluirá una lista negra de cláusulas contractuales abusivas que están prohibidas en todo el territorio europeo y una lista gris con cláusulas dudosas cuya valía deberá demostrar el vendedor.
Un tercio de la población europea (150 millones de ciudadanos) compra por Internet, pero sólo 30 millones adquiere productos en otro estado miembro distinto al suyo. El gasto medio en este tipo de compras transfronterizas es de 800 euros anuales por comprador, 24.000 millones de euros en total. Para la Comisión Europea estás cifras serían mayores si se incrementa la confianza del consumidor en estas operaciones.