Blockchain en la cadena de suministro. Entre el sí y el pero
La adopción de la tecnología blockchain en la cadena de suministro aún resulta una tarea pendiente para numerosas empresas. Según calcula el último estudio del Instituto de Investigación de Capgemini, a nivel global tan sólo el 3% de las compañías ha implantado este tipo de tecnología en su cadena de suministro.
El informe, llamado Does blockchain hold the key to a new age of supply chain transparency and trust? (¿Es el blockchain la clave de la nueva era de transparencia y confianza de la cadena de suministro?, en su traducción al español), muestra de igual forma la escasez de proyectos piloto que aprovechan la tecnología blockchain para la supervisión de la misma. En concreto, un 10%. Mientras que la mayoría de las corporaciones (87%) confiesa que se hallan en las primeras etapas de experimentación.
Entre las escasas compañías que ya trabajan con este tipo de tecnología de registro distribuido (DLT), el sector manufacturero reúne el mayor número de empresas. Con una cadena de suministro basada en blockchain estas compañías gestionan los contratos con los proveedores y, según el estudio, les ayuda a aumentar la eficiencia de pago.
Por su parte, compañías de bienes de consumo como Nestlé, Unilever y Tyson Food emplean dicha tecnología para observar el proceso de fabricación y asegurar que sus productos cumplen los estándares de calidad. La implantación del blockchain la han realizado de igual forma los retailers. En este caso, con el fin de detectar posibles falsificaciones, prevenir robos, identificar los bienes devueltos, gestionar el programa de fidelidad con los clientes y optimizar el funcionamiento de los marketplaces.
Por países, Reino Unido, Estados Unidos y Francia aglutinan el mayor número de empresas que han implantado la tecnología blockchain en su cadena de valor. En concreto, el 22%, 18% y 17%, respectivamente. Y aunque su participación aún es pequeña, el 60% de las compañías afirma que el blockchain está transformando la manera en la que colaboran con otras empresas.
Entre las razones principales por las que las mismas han decidido incorporar este sistema a su canal, sobresale el ahorro de costes (89%), seguido de la optimización de la capacidad de seguimiento de la cadena (81%) y obtener una mayor transparencia (79%). Apenas el 38% de las compañías ha visto en este tipo de tecnología la oportunidad para ser costumer-centric o descubrir posibles negocios. En este último caso, un 44% de las mismas.
Retos del blockchain en la cadena de suministro
En cualquier caso, las compañías entrevistadas también han mostrado su preocupación en ciertos aspectos relacionados con el uso de blockchain. La mayoría de ellas encuentra el retorno de la inversión (ROI) como la principal barrera por la que una empresa decidiera no implantar de forma definitiva la tecnología en su cadena de suministro (92%), mientras que el 82% ve en la seguridad de las transacciones lo que disuadiría a sus terceros de adaptar la misma.
Con el objetivo de mitigar los temores de las compañías, Sudhir Pai, responsable de tecnología de servicios financieros de la consultora, considera necesario la existencia de alianzas a lo largo de la cadena de suministro “que configuren una estrategia tecnológica en forma de ecosistema que integre la implantación de otras tecnologías para que pueda verse todo su potencial”.
El estudio pone como ejemplo la Iniciativa de Blockchain Pública de Movilidad (MOBI, en sus siglas en inglés). Un consorcio compuesto por fabricantes del sector de la automoción, como BMW, General Motors o Renault, que persigue crear estándares de compatibilidad entre múltiples marcas a través de servicios basados en blockchain.
El informe, que ha analizado las respuestas de 450 corporaciones procedentes de nueve países, sitúa 2025 como la fecha en la que dicha tecnología sea asumida por las empresas.