BIDs. Claves de un modelo innovador
¿Cómo ha sido la evolución del modelo de Centro Comercial Abierto? ¿Es viable el modelo actual? ¿Qué son los BIDs ? Vean las claves de un modelo innovador, funcionando en Europa y América, que podría sustituir al actual, y obsoleto, sistema de gestión de zonas comerciales urbanas.
Alternativas a un modelo obsoleto
A estas y otras cuestiones busca dar respuesta el Trabajo realizado por un Grupo de Expertos formados en torno al “Programa de Dinamización Comercial y la Creación de gerencias de Centros Comerciales Urbanos” El objetivo ha sido analizar las alternativas de evolución de gestión de las zonas comerciales urbanas españolas. El modelo actual, manifiestan en sus conclusiones “presenta problemas de tal magnitud que hace inviable su sostenimiento a largo plazo”
¿Existen alternativas? Existen. Una de ellas, son los Bussiness Improvement Districts (BIDs ) organizaciones privadas creadas con la aprobación de las autoridades locales cuando la mayoría de propietarios y/o empresarios de una zona perfectamente delimitada acuerdan, mediante un proceso formal y garantista de votación, pagar una tasa extra o recargo obligatorio. La finalidad no es otra que ofrecer servicios adicionales dirigidos a la promoción y revitalización de esa área.
Modelo americano, modelo a seguir
Son muchos los países en los que los BIDs son ya un referente en la gestión del espacio urbano comercial. Empezando por el modelo de Estados Unidos en el que, ligeramente modificado, se basan los de Canadá, Reino Unido y Alemania.
El primer BID norteamericano se constituye en 1975 en New Orleans. En la actualidad su número en todo el país superan ampliamente el millar. Sujetos a dos legislaciones, una propia de cada estado y la segunda, sujeta a las ordenanzas locales, dependiendo de las necesidades de cada entorno. Ambas obligan a los propietarios de locales comerciales a pagar un recargo o tasa adicional “levy” proporcional a sus propiedades y como contraprestación de los servicios que reciben. Esta tasa supone entre el 70 % y el 85 % del ingreso, el resto lo aportan ayudas públicas o voluntarias privadas.
El tamaño del establecimiento, su fachada, el uso al que se destina, localización y otras variables son tenidas en cuenta para fijar la cantidad exigida a cada miembro del BID.
Aunque no existen condiciones financieras previas para constituir un BID, la experiencia recomienda que solo se promuevan si son capaces de generar un mínimo de entre 120.000 – 150.000 dólares (entre 88.000 y 110.000 €) en ingresos anuales, dependiendo del tamaño del distrito y sus necesidades particulares.
Existen BIDs con presupuestos que van desde unos cientos de miles de dólares hasta algunos que gestionan hasta veinte millones anuales. El presupuesto medio de los BIDs americanos se sitúa en torno a los 200.000 dólares (146.000 €). La vida del BID se limita a generalmente a cinco años, pero rara vez se disuelven. Por el contrario, los BIDs se renuevan periódicamente mediante procesos de reautorización, previstos en la legislación de cada Estado.
Experiencias europeas
Reino Unido. En 2005 se creó el primer BID en Kingstonupon- Thames. Hoy existen más de 110 BIDs entre Inglaterra, Gales y Escocia. Los ocupantes de un local pagan un Impuesto, el BID Levy, en base el valor catastral de local cada año (en 2010, un 41,4% de este valor) El gobierno local tiene la obligación de apoyar su creación y facilitarla en la medida de lo posible. Como en EE.UU. el periodo de vigencia máximo es de cinco años.
Alemania. Existen desde 2004. El promotor del BID puede ser una asociación, empresa o incluso una sola persona física, presentando una propuesta que debe ser validada por diferentes instituciones. De llevarse a cabo (no se aprueba si un 30 % de propietarios están en contra) todos los propietarios deben pagar una tasa adicional o recargo basado en el valor de sus propiedades (valor catastral) Hay 16 BIDs en funcionamiento o en proyecto en Hamburgo con presupuestos entre 100.000 y 1,25 millones de euros anuales En toda Alemania existen 19 BIDs en Alemania y 90 proyectos.
Sobre la base de estos y otros ejemplos en el exterior, el grupo de expertos que ha realizado el Trabajo considera necesario poner marcha un nuevo modelo de gestión de las zonas comerciales urbanas sostenible a largo plazo. Supondría la creación de nuevos escenarios de crecimiento económico en la ciudad basados en la colaboración público-privada empresarial y el liderazgo compartido. Para ello es necesario la creación de fórmulas jurídicas que mejoren la posibilidad de crear acuerdos entre lo público y lo privado.
Las zonas comerciales urbanas verían resurgir su papel como dinamizadores de la ciudad, espacios de producción, intercambio y sociabilización. Con un tejido empresarial cada vez más profesional y una cada vez mejor coordinación entre las instituciones y el sector privado.