Bebidas espirituosas. Salvo el gin, todas las categorías descienden
Las ventas de bebidas espirituosas cerrarán 2014 con una contracción del 4,9 %. La debilidad en el consumo, un delicado entorno fiscal y “discriminatorio” según sus operadores, sitúan al sector en su octavo año en negativo. Salvo el gin, que sube un 7.1 %, todas las categorías descienden.
El año 2014cerrará con una nueva caída del consumo de bebidas espirituosas cercana al 4,9% según datos aportados por la Federación Española de Bebidas Espirituosas, FEBE.
Según las cifras que maneja la Federación, todos los segmentos vieron caer sus ventas, salvo el gin que crece un 7,1 %, a pesar de situarse como cuarta categoría más consumida (16 %) por detrás del whisky (26%), licores (18%) y ron (17%) y seguida del brandy (11%), anís (6%), vodka (5%) y tequila (1%).
El descenso de consumo más acusado en 2014 fue para el anís (-8,6%) seguido de los licores (-7,8%), ron (-7,4%), brandy (-7,1 %), whisky (-6,2%)%), vodka (-4,8%) y tequila (-1,8%).
Por canales de distribución, un año más, el descenso es más notable en hostelería y restauración con un 5,8%, especialmente provocado por el comportamiento del ocio nocturno. Aunque también desciende el consumo en el hogar, con una caída del canal de alimentación del 3,8%.
FEBE, en representación del sector, reclama un marco regulatorio más justo “que le permita competir en igualdad de condiciones con el resto de bebidas con contenido alcohólico”. En este sentido, las cifras aportadas hablan de una recaudación por parte del Estado hasta octubre 605 millones de € en materia de impuestos especiales a través de las bebidas espirituosas, un 3,2% más en el periodo 2014, debido fundamentalmente a la subida impositiva del 10% realizada en junio de 2013.
Otros sectores, como la cerveza han aumentado la recaudación por impuesto especial en el mismo periodo en un 7,2%, sin haber subida el impuesto especial aplicable a estas bebidas. Estas cifras demuestran una vez más que el Estado beneficia a unos sectores frente a otros mediante el mantenimiento de una clara discriminación fiscal, que está provocando el agotamiento del sector de bebidas destiladas.
“No competimos en igualdad de condiciones con el resto de bebidas alcohólicas y, lejos de romper con la tradicional discriminación que lastra nuestros resultados, los cambios regulatorios, tanto a nivel fiscal como comercial, agrandan la brecha existente.” ha valorado BoscoTorremocha, director ejecutivo de Febe.