Aviso a navegantes

Los fabricantes e industriales se han quedado perplejos. Estaban acostumbrados a la presión en las negociaciones, a la penúltima vuelta de tuerca de las fusiones y adquisiciones, pero no lo habían visto todo. Agravantes de publicidad y alevosía se han utilizado hace unos días en una nueva fórmula de meter presión en las relaciones fabricante-distribuidor.

Desde aquí quisiera sacar una tarjeta roja a la acción de M. E. Leclerc publicando una página en los diarios franceses, arrogándose la posición de compromiso social en su relación con los proveedores. Algunos grandes fabricantes se desayunaron con esta noticia en los periódicos del país vecino, alguno de sus productos dejaba de venderse en los establecimientos Leclerc ya que era el único camino que estos tenían para mantener los precios.

No sé si a la vaca que ríe, se le agrió la sonrisa, pero desde luego que anuncios así y hechos con las formas que se hicieron, dicen poco a favor de la buena voluntad y el entendimiento entre fabricantes y distribuidores. Algunos industriales españoles, observaron la situación con preocupación, por si las moscas. No sólo me parece que no es una forma ética de actuar, sino que además logra un objetivo tremendo, liderar el compromiso social de mantenimiento de los precios. Será acaso que estamos ante una acción publicitaria de las que denominan marketing de guerrilla.

Y Leclerc, el valedor de los pobres consumidores, asume el compromiso de luchar por ellos. Buena jugada, en ajedrez, le llaman enroque. Alguno de ustedes podrá valorar el espacio que hemos dedicado los medios a hablar de esta acción. Son los euros que más resultado publicitario le podrían haber dado a monsieur Leclerc
•esese@distribucionactualidad.com