Avery Dennison expande el sistema RFID, la etiqueta inteligente

La innovación tecnológica en retail está permitiendo avances hasta ahora impensables. En un futuro casi inmediato, la aplicación de estas nuevas tecnologías permitirá ofrecer una experiencia de compra completa al consumidor, con soluciones innovadoras para la gestión multicanal, esto permitirá a su vez a los minoristas obtener información del mercado, operar con agilidad, exceder las expectativas de los consumidores y fomentar la lealtad duradera de sus clientes.

Pero la tecnología también está permitiendo no sólo una mejor gestión de las tiendas, sino también un mayor control y aumento de la seguridad de sus productos. Esto es uno de los grandes beneficios que consigue el sistema de Identificación por Radio Frecuencia (RFID) de Avery Dennison, el mayor fabricante de etiquetas del mundo, líder en soluciones integradas para la industria del calzado y la moda.

Avery Dennison proporciona soluciones inteligentes, creativas y sostenibles para mejorar marcas e incrementar el rendimiento a lo largo de la cadena de suministros del minorista global. Las principales soluciones de la compañía incluyen heat transfers, etiquetado, empaquetado, gestión de inventario y prevención de pérdidas, gestión del precio, protección de marca y RFID, un nuevos sistema que se ha convertido en el aliado perfecto para la gestión logística, y el control de disponibilidad de producto, sobre todo en el sector moda.

Con su base en Framingham, Massachusetts, Avery Dennison RBIS emplea a 20.000 trabajadores en 115 oficinas de 50 países. Francisco Melo es su vicepresidente, y Paulo Castro, general manager de Avery Dennison en España y Portugal.

Ambos dirigen y guían las soluciones de información para la gestión de tienda y la cadena de suministro mediante el RFID para ayudar a minoristas y propietarios de marcas globales a acelerar su rendimiento y mejorar sus eficiencias. “Somos el único fabricante capaz de incorporar la electrónica de forma vertical en toda la cadena. Nosotros aportamos también sistemas de gestión de datos, máquinas para codificar estos datos y soportar las mejores soluciones globales para integrarlo en la realidad del cliente”, añade Melo, quien además apunta que, “lo que nos hace diferentes de la competencia es que somos el único fabricante vertical de soluciones integrales de RFID; nosotros no sólo ponemos una etiqueta electrónica, hacemos la etiqueta electrónica apropiada al cliente en base a su estrategia, a su futuro…”. “Lo que conseguimos con las etiquetas electrónicas –añade por su parte Paulo Castro- no sólo es un tema estético, sino que nos permite saber perfectamente que no es una etiqueta copiada en China, por ejemplo. Al controlar toda la cadena de la etiqueta y del proceso, garantizamos de una forma inigualable la seguridad. Cada etiqueta tiene un código individual, único, y esto permite tener un control de la prenda desde su producción hasta que se vende”.

Un coste más que justificado
Este nuevo sistema de etiquetado, mucho más seguro que cualquier otro, se está implantando poco a poco en el mercado, y, según indican Melo y Castro, mucho más rápido cada año que pasa. Y es que, pese a que su coste es algo superior a un etiquetado convencional, “trabajamos con los retailers para hacerles entender que van a obtener más beneficios que lo que le va a suponer el coste; luego le demostramos de forma real que va a tener estos beneficios; y le ayudamos a desarrollar y ejecutar todo el proceso. Esto es más caro que un código de barras, obviamente, pero la verdad, nuestro enfoque es más en el beneficio que en el coste”, señala Francisco Melo.

De hecho, los beneficios no son pocos. Tal y como el propio Melo indica, “a nivel de tienda, los beneficios tienen que ver con la fiabilidad del stock, la reposición en tienda para evitar roturas de stock, la eficiencia en los inventarios… Los mismos beneficios de eficiencia en tiendas los hay en los centros de distribución. Y después está lo que llamamos “la pérdida desconocida”, que suele ser tratada por los retailers como algo que pasa en tienda, pero no es así en su totalidad, porque la pérdida más grande se da en pérdida interna, en errores administrativos y en errores en los fabricantes.

El retailer sabe que tiene esa pérdida, pero no tiene forma de gestionarlo con la tecnología actual del código de barras. Con el RFID sabe exactamente qué se ha perdido o qué ha sido robado, porque cada prenda está identificada de forma única”. De hecho, la fiabilidad que aportan estas etiquetas son de casi el 100%, y en la puesta en marcha, no se necesita mucha más tecnología que la hoy día ya utilizan las tiendas: desde un lector portátil a unas antenas fijas en punto de venta. Pese a esta nueva tecnología, tanto Melo como Castro coinciden en que “la etiqueta electrónica no substituirá nunca al código de barras; ambos sistemas subsistirán”.

Avery Dennison además de ser pionero en el sistema RFID, también tiene soluciones de Cross Management, para gestionar la forma como se hace el reetiquetado; brand protection, para proteger la marca y garantizar la originalidad; y una amplia gama de etiquetado ecológico, una tendencia que, según Melo y Castro, “es algo más que una moda, está intrínseco en nuestros valores, porque cada solución que presentamos, ya sea de etiquetado o de RFID, intentamos cumplir tres objetivos: ser creativos, ser inteligentes y ser sostenibles”.

Isabel Acevedo