Artefactos en tiendas de Ikea en Bélgica, Francia y Países Bajos
Los establecimientos de Ikea en Gante (Bélgica), Lille (Francia) y Eindhoven (Países Bajos) registraron ayer lunes por la noche pequeñas explosiones que no causaron heridos graves, según ha confirmado la compañía sueca en un comunicado. Por ahora no se ha recibido reivindicación de ningún tipo. Los explosivos empleados y el método utilizado para colocarlos fueron similares en los tres países. Los artefactos estaban fabricados con despertadores mecánicos, a los que se juntaba un detonador, empaquetados en cartones de leche con una pequeña cantidad de pólvora. Los tres centros atacados operan con normalidad después de “controles de seguridad estrictos"
En Bélgica, la dirección de Ikea ha anunciado la apertura de las tiendas después de que miembros de del Servicio de Explosivos del Ejército belga inspeccionaran los puntos de venta de Ikea en Zaventem, localidad vecina de Bruselas, y Hognoul, cerca de Lieja. Agentes de policía de unidades de desactivación de explosivos y con perros adiestrados supervisaron otras tiendas del grupo en Bélgica. Por su parte, la dirección de Ikea Holanda anunció que se trataba de un incidente aislado, por lo que no había razones para aumentar la seguridad.
El artefacto de Gante explotó sobre las 16:00 GMT del lunes, causando heridas leves a dos empleados del establecimiento y daños materiales limitados. La tienda fue inmediatamente evacuada y se cerró el acceso para que los equipos de investigación de la policía pudieran trabajar con comodidad. Antes de la deflagración, el establecimiento había recibido una amenaza de bomba. En los casos de Eindhoven y Lomme, las explosiones, también de pequeña importancia, no causaron heridos y los daños fueron escasos.
El grupo sueco incide en que la seguridad es «la máxima prioridad» para Ikea e informa de que, después de los incidentes de ayer, se considera que las tiendas son seguras y pueden abrir «como de costumbre», al igual que los establecimientos del resto del mundo. Asimismo, señala que los primeros informes han revelado que no eran más que pequeñas explosiones y afirma que no ha recibido ningún tipo de aviso o amenaza antes de los incidentes. Ikea añade que realizará un «seguimiento continuo» de la investigación policial que está actualmente en marcha.
Por otra parte, la empresa también asegura que ninguna persona ha resultado gravemente herida como consecuencia de las explosiones, y que tan sólo dos empleados del grupo padecen dolor de oído.