ARLA, Pasión por la naturaleza
La cooperativa sueco-danesa Arla Foods lleva años diferenciándose de sus competidores a través de una exigente política de elaboración de productos 100% naturales y sin añadidos de ninguna clase.
Esta filosofía empresarial abarca todas las áreas posibles de la compañia; desde el trato que reciben sus vacas en las granjas en términos de cuidados y alimentación, hasta la fabricación del producto final, exigiéndose, en cada paso de la cadena de suministro, el máximo ahorro posible en términos energéticos, el mayor cuidado medio ambiental y, como eje de todo ello, la elaboración de productos 100% naturales, a los que no se les añade colorantes, estabilizantes o conservantes de ningún tipo.
Por otro lado, no por casualidad, Arla Foods es la mayor productora de productos orgánicos de base láctea del mundo. Lo de Arla no es un eslógan, es una verdadera Pasión por la Naturaleza.
Dinamarca, una sociedad concienciada
Cuando se pregunta a un español acerca de qué le sugiere Dinamarca (aunque esta pregunta se puede ampliar a cuaquier país escandinavo), lo primero que nos viene a la mente es naturaleza, ambientes limpios y puros, verde…
Esto no sucede por nada, tiene una razón de ser: los países escandinavos han sido siempre adalides en el cuidado de la naturaleza y sus sociedades se integran de forma mucho más constante con ella (todo danés hace deporte en sus campos verdes, corren, juegan al fútbol, pasean, se sientan a charlar…) y su compromiso con el cuidado medio ambiental, por no despreciar el entorno en el que viven, es un compromiso colectivo claramente definido no sólo por el estado (que recurre a medidas de todo tipo para que ésto sea así), sino también y principalmente por una activa sociedad civil.
Arla Foods es una compañía multinacional líder indiscutible en el norte de Europa y una de las compañías más grandes de Dinamarca en el sector de la alimentación, cuyo core business es la leche de vaca.
Closer to Nature, la evolución del líder
No es de extrañar que una compañía cuya base del negocio es la vaca, el campo y las granjas, lidere esta evolución natural.
El concepto de Pasión por la Naturaleza (que es la forma en que Arla Foods España quiere transmitir el original Closer to Nature) se sustenta sobre seis pilares:
Leche: De la mejor calidad posible. Para ello, las vacas de Arla son alimentadas con pasto. A diferencia de la mayoría de empresas lácteas del mundo, Arla Foods no alimenta a sus animales con piensos derivados del cereal, en la mayoría de los casos maíz. Las vacas de esta cooperativa, además, son tratadas en condiciones óptimas (como por ejemplo un receptáculo por animal, camas de paja en las que tumbarse a dormir, más horas en el campo, limpieza integral en las instalaciones, etc.) y, si bien el resultado directo de este trato y alimentación es una leche de mayor calidad y con menos contenido graso (ya que el animal no es alimentado con cereales), el fin último de esta inversión en granjas de última generación es el exquisito trato y cuidado del animal.
Ingredientes:
Leche.
Este es el ingrediente principal. No lleva añadidos, no se le echan sales fundentes para mezclar diversos tipos de queso y abaratar costes (práctica más que habitual en el mercado lácteo mundial, y España no es una excepción).
Si, por poner un ejempo, Arla quiere producir un queso untable con sabor a piña, hablará con un proveedor de piñas y le pedirá que produzca un concentrado de esta fruta para mezclar con su queso. La tendencia general, para que se entienda la diferencia, es mezclar el queso con un saborizante artificial que nos sugiera sabor a piña. Esto está totalmente prohibido en la política Closer to Nature de Arla Foods.
Pero, ¿qué quiere decir natural cuando se habla de queso?
Si usted mira los envases de queso (un buen ejemplo serían los quesos rallados), verá que muchas veces, en su lista de ingredientes, puede aparecer lo siguiente: ”queso, sales fundentes, mantequilla, conservador, potenciador de sabor, etc”. El hecho de que diga ”queso” es un síntoma inquietante de que ese producto está mezclado con otro tipo de cosas.
Un queso natural está compuesto por leche, agua, sal y suero de la misma leche. No hay más, y en su descriptivo nunca se menciona la palabra ”queso”, ya que sería como definir al pan como ”pan, harina, etc”. El pan es harina, levadura, agua, etc. pero el pan nunca puede ser pan.
Un queso procesado no es un queso natural. Un queso es procesado cuando ha sufrido alteraciones en el método de elaboración tradicional. Se suele alterar este proceso para abaratar costes. Por ejemplo, coger varios tipos de quesos distintos, que provienen de restos de la misma fábrica (o excedentes), mezclarlos con mantequilla también de excedente y que abaratan su coste, fundirlos a alta temperatura con sales que ayudan a tal proceso, echarle potenciadores de sabor para que tenga un sabor más definido (ya que de semejante mezcla saldrían sabores poco definidos) y posteriormente echar conservantes, necesarios, ya que esta mezcla poco natural de sustancias necesita de éstos para no perder sus características organolépticas a gran velocidad. A los quesos procesados se les llama también ”fundidos”, que no tiene que ver con su capacidad para fundirse, sino con que han sido fundidos en el proceso anteriormente descrito. Un queso natural, por otra parte, funde tan bien o mejor que un procesado o fundido (de hecho, cuando se estira un queso natural, se producen largos hilos que no se rompen al estirar hacia arriba), y además es eso, natural.
Packaging: Arla Foods invierte cerca de 30 millones de € al año en concepto de investigación y desarrollo, siendo el pilar de esta inversión la búsqueda en mejorar todo el proceso productivo estando cada día más cerca de la naturaleza (esto es dañándola lo menos posible). A tal fin, Arla ha invertido mucho en sus fábricas para hacerlas más eficientes y adaptarlas a materiales menos lesivos para el medio ambiente. Buen ejemplo de esto es la reducción en más de 1.000 toneladas de plástico en los envases de leche, o la reducción en 11 toneladas año en las tapas de algunos de sus productos, simplemente encontrando nuevos plásticos menos contaminantes y consiguiendo tapas mas finas pero igual de eficientes.
Producción: La cumbre de Kyoto de 2005 estableció un objetivo mundial en cuanto a reducción de CO2 para todos los países y, por ende, para todos los agentes productivos que operaran en cada uno de ellos. Lamentablemente, muchos de estos ”acuerdos” no se están cumpliendo (de hecho, la mayoría de países sufren severos desvíos en sus objetivos) y parece que los parámetros establecidos para 2020 van a verse obligados a ser postergados.
En cambio, Arla Foods estableció un compromiso personal por encima de la media establecida en Kyoto, y manifestó la decidida intención de reducir en un 25% sus emisiones de CO2 de cara a 2020. Seis años después de Kyoto y de su compromiso empresarial, Arla va por delante de sus estimaciones y proyecta haber reducido en un 30% sus emisiones de CO2 en el año objetivo. Para esto, algunas de sus fábricas fueron cerradas y su producción llevada a otras fábricas más modernas, en donde el uso del biogas ya es una realidad contrastada y en las cuales la eficiencia productiva raya la excelencia.
Distribución: También se están haciendo severos esfuerzos en este apartado; cada día, más camiones de Arla funcionan con biogas. Este biogas (cerrando el círculo de eficiencia entre granja-transporte-producción-transporte) es producido, entre otros medios, en las granjas y con los excrementos de las vacas. En las granjas de Arla se pueden encontrar largas cintas transportadoras que recorren las puertas de los habitáculos en los que reposan las vacas. Éstas están situadas de tal forma en sus ”habitaciones” que, cuando defecan, el trasero sale obligatoriamente de su espacio y las heces van a caer a esta cinta transportadora que, a su vez, lleva toda la carga hasta un pozo al final de la vaquería, en donde posteriormente será tratado para ser convertido en biogas.
Además de esto, los conductores de Arla reciben clases de conducción eco-sostenible que ayudan a mejorar la eficiencia en el gasto de combustible durante el transporte.
Responsabilidad Social: Arla Foods está fuertemente integrada en su sociedad; son muchas las actividades que organizan a lo largo de un año con el fin de aportar su granito de arena a la mejora del medio ambiente. Organizan programas de educación en colegios, cursos de todo tipo relacionados con el cuidado medio ambiental, así como invierten mucho tiempo y recursos en la formación de ciudadanos en cuanto a una alimentacion sana y equilibrada. Una alimentación centrada en consumir productos naturales y con el menor impacto posible de su producción sobre la naturaleza.
Arla Foods es pionera en esto: una empresa multinacional, un auténtico monstruo con distribución en más de 80 países, que demuestra que se puede producir con bajo impacto medio ambiental, y que se puede vender producto 100% natural (porque el consumidor así lo requiere, también) sin tener que entrar en guerras de abaratamiento de costes de producción que llevan a una disminución de la calidad del queso y, al final de la cadena, a que el consumidor reciba un producto más artificial, de menor calidad y sin el gusto genuino que debiera tener, que no es otro que: QUESO. Arla Foods España sólo vende queso 100% natural.
Arla siente, definitivamente, Pasión por la Naturaleza.