Alimentación, salud por encima de precio
Casi nueve de cada diez amas de casa (87%) percibe la alimentación como una forma de evitar enfermedades y para ello confía en las marcas del fabricante (MF). A pesar de la creencia, admitida por dos terceras partes, de que las marcas blancas están hechas por los mismos industriales, sólo una cuarta parte las considera una buena opción cuando se trata de adquirir alimentación ‘sana’. De hecho, el gasto en las mismas se reduce a medida que aumenta la concienciación por la salud.
Es una de las conclusiones del informe LifeStyles 2012, de Kantar Worldpanel, que analiza las preocupaciones del consumidor actual. En este sentido, destaca que “el concepto salud está cada vez más asociado a la naturalidad y la búsqueda del bienestar” y que “ la alimentación saludable no tiene precio para el consumidor”. Esta es la causa por la que ha aumentado el número de hogares que estarían dispuestos a pagar más por alimentos sin aditivos ni conservantes (de un 40% de los hogares en 2009 a un 51% en 2012), así como también han crecido los hogares concienciados con la forma de vivir de los animales y su efecto en el sabor de la carne (de un 80% a un 82% desde 2009).
Las familias más preocupadas por la salud también consumen más productos frescos, gastan alrededor de 200 euros más al año en esta sección que aquellos que no dan importancia a la salud como forma de prevención (2120 euros frente a 1902 euros).
En esta línea, un 86% de las amas de casa intenta preparar comidas equilibradas y controla lo que come, ingiere menos grasas (80%), consume más fibra (51%) y se decanta por productos bajos en sal (47%).
Además, cuatro de cada diez prefieren productos light, desnatados o bajos en calorías, y un 37% intenta no tomar cafeína. El 35% declara fijarse en los ingredientes antes de comprar, anteponiendo los que son más naturales.