AEF contraria al Proyecto de Ley de Contratos de Distribución
El pasado 2 de junio el Consejo de Ministros aprobó el Proyecto de Ley de Contratos de Distribución, un texto actualmente en trámite de discusión parlamentaria, que “puede poner en jaque el sistema de franquicias en España”. Con estas palabras, Xavier Vallhonrat, presidente de la Asociación Española de Franquiciadores (AEF), ha expresado la oposición de la entidad que preside a la futura ley. Totalmente contraria al proyecto, la AEF acaba de presentar sus alegaciones ante el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio.
En un comunicado de la Asociación, Vallhonrat ha advertido del peligro de incluir la fórmula de franquicias en la nueva normativa y alerta sobre las consecuencias negativas que ello traería consigo. “La franquicia es un contrato por el que se cede un sistema de negocio (saber hacer), probado y con éxito, bajo una marca, a cambio de un pequeño porcentaje de las ventas. No se puede asimilar sin más a un contrato de distribución, sin poner en jaque los equilibrios financieros y el funcionamiento del sistema».
Ante esta situación, Jordi Ruiz de Villa, presidente del Comité de Expertos Jurídicos de la AEF y socio del bufete Jausas, ha asegurado que si se aprueba tendrá consecuencias muy negativas para la franquicia, ya que desaparecerá el control sobre el 'saber hacer' objeto del contrato. Por ejemplo, quien desee protegerlo con una cláusula de no competencia poscontractual deberá pagar una indemnización y ningún franquiciador podrá evitar la cesión del contrato de franquicia a un tercero ajeno a la red (incluso competidor), si se compromete por escrito a mantener la organización de medios y recursos que el cedente mantenía».
En su opinión, la futura ley “no solo desincentivaría futuros proyectos de franquicia, sino que tendría una consecuencia inmediata: los franquiciadores deberán aumentar los royalties para soportar las indemnizaciones y responsabilidades del franquiciador, por lo que muchas enseñas dejarán de ser competitivas y deberán cerrar».
Por su parte, el presidente de la AEF, ha matizado que «la franquicia tiene su propia naturaleza y su propio marco normativo. No necesita una legislación que la trate como un contrato de distribución”. Además, ha manifestado que “los franquiciadores no son fabricantes, sino generadores de innovación y experiencia comercial que ponen al servicio de otros emprendedores”. En este sentido, ha destacado que la patronal del sector está recibiendo numerosas comunicaciones de franquiciadores españoles y extranjeros que han decidido dejar en suspenso o en revisión sus planes de inversión y expansión en España hasta que la situación se aclare».
Las estadísticas oficiales de la AEF revelan que la franquicia estaba permitiendo la incorporación de muchos desempleados al mercado de trabajo como emprendedores bajo el paraguas de una marca. Un proceso que puede frenarse en seco si se produce el cambio de legislación.
Finalmente, el colectivo de franquicias ha resaltado que, hasta ahora, el sistema estaba soportando relativamente bien la crisis, con una facturación en 2010 de 24.000 millones de euros y 231.000 empleados, cifras similares a las del año pasado.