ACEITE UN MERCADO CONVULSO
El sector del aceite lleva años intentando ajustar el desequilibrio entre productores, envasadores y distribuidores por la diferencia entre el precio en origen y el coste final del producto. No obstante, el aceite envasado es un negocio de largo recorrido que, el año pasado movió más de 1.392 millones de euros y vendió más de 564 millones de litros.
España es el primer productor mundial de aceite de oliva, pero su gran potencial se ve empañado por conflictos agrarios y luchas comerciales , que dificultan su desarrollo. Los representantes de organizaciones piden ayudas a las administraciones. La Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) de Jaén ha exigido un “plan urgente de rescate” al Gobierno central, mientras que la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) de Andalucía se queja de lo que considera “venta a pérdida”, realizada por grandes las cadenas y solicita la investigación de las autoridades de Competencia.
Por su parte, los grupos de distribución niegan el dumping, aunque es sabido que algunas empresas promocionan determinadas marcas de aceite como gancho para impulsar las ventas.
La industria se siente presionada. Las cooperativas aseguran que se han visto obligadas a unirse para vender a la alimentación a través de plataformas. A ello hay que unir la competencia del aceite procedente de otros países (como el norte de Marruecos, que se vende a precios más bajos ) y la inminente entrada en vigor del nuevo etiquetado aprobado por la Unión Europea para los envases de aceite de oliva virgen o virgen extra, que regirá a partir del mes de julio y que no ha “gustado” a todos los operadores por igual. En él deberá figurar el origen del aceite o si está producido en la UE. También se podrá indicar si está mezclado con productos de varios estados miembros, así como otros términos que describan sus características.
Largo recorrido
El año pasado se vendieron en España564 millones de kilos de aceite envasado por más de 1.392 millones de euros, lo que supuso un aumento del 1,2% en volumen y del 1,05% en valor, según datos de TNS. Las dos partidas con mayor demanda, oliva y girasol, registraron una evolución dispar. La primera concentró el grueso del negocio, 392 millones de kilos, que reportaron 1. 159,8 millones de euros, mientras que la segunda comercializó 147,8 millones de kilos, por un importe de 190,3 millones de euros.
El segmento de aceite de oliva reveló una caída de 3,7% en valor, contrarrestada por el 4,1% de crecimiento en volumen, una tendencia que se invirtió en el de girasol al registrar una contracción en volumen cercana al 6%, compensada por el espectacular aumento de la facturación (40,8%), inflada por la constante subida de los precios.
Estas cifras coinciden con el último periodo auditado por IRI, que señala, asimismo, un incremento del 1,8% en total de aceite de oliva, distribuido en libreservicio (309,1 millones de litros) y un descenso del 1,7% en el valor (912 millones de euros).
MDD, apuesta segura
La marca del distribuidor (MDD) ha ido comiendo terreno en el mercado de aceite de oliva hasta copar cerca del 53% del negocio, lo que quiere decir que de cada 100 litros vendidos, más de la mitad corresponden a estas referencias. La crisis les hace subir cuota y según IRI, en 2008, su participación superaba el 62% en volumen y el 57% en valor en alimentación organizada. Una buena parte del pastel.
En variedades como el aceite de girasol, la MDD rebasa el 91% en volumen y roza el 89% en valor. Una tasa elevada, teniendo en cuenta que en el ultimo año este segmento registró una progresión del 43,5% en las ventas , a pesar de que la demanda sólo creció el 0,4%. Por ello, no es de extrañar que las grandes cadenas de supermercados se hayan convertido en el primer circuito de ventas de aceite, con casi el 40% del total, seguidas de los hipermercados (30,4%) y discounts (20,8%).
Por enseñas, Carrefour capta el mayor porcentaje, con cuotas superiores al 30%, tanto en en oliva (32,3%) como en girasol (32,7%). No obstante, en el formato de supermercado, Mercadona fue la cadena que más aceite comercializó durante el pasado año, con el 14,6% del negocio total, logrando tasas del 13,9% y del 16,8% en oliva y girasol, respectivamente.
Oliva, cara y cruz
El aceite de oliva se ha convertido en el rey del mercado. Los nuevos hábitos de consumo, la dieta mediterránea y las propiedades saludables que encierra han hecho crecer su demanda. Pero no todos los aceites de oliva se comportan igual.
De acuerdo con la investigación de IRI, el refinado suave araña cera de la mitad del mercado y ostenta la cuota más elevada (45,2% en volumen y 44,4% en valor). Le sigue el refinado intenso, con casi un cuarto (25,4% en volumen y 23,5% en valor); el virgen extra suave (16,4% en volumen y 18,2% en valor) y el virgen extra intenso (12,9% en volumen y 13,9% en valor).
Pero, a pesar de su gran peso en el mercado, el aceite de oliva también se ve lastrado por el precio en origen, el más bajo de los últimos seis años, apenas 2 euros (1,9), muy por debajo de los 2,3 euros que fija el sector como límite de la rentabilidad e inferior a los 2,2 euros por kilo que alcanzó a principios del año pasado, según el sistema de precios Poolred, dependiente de la Fundación del Olivar.
La cosecha actual también está siendo peor de lo esperado. A 31 de enero de 2009 se habían producido 717.800 toneladas de aceite, sobre una previsión de 1,2 millones de toneladas, un 25% menos que el total logrado en el mismo periodo del año anterior. El mercado interior absorbió 132.700 toneladas y el comercio exterior (importaciones y exportaciones) más de 150.000, la mayor parte procedente de las ventas a otros países. Según las previsiones del sector, esta campaña se producirán alrededor de 1.240.000 toneladas, cantidad muy similar a la cosecha anterior, si no fuera porque ha comenzado con un stock mayor, lo que unido a las importaciones situará el total mercado en un volumen de aproximadamente 1.625.000 toneladas, en un contexto de consumo en retroceso.