Europastry reorganiza su estructura accionarial

La multinacional española Europastry, fabricante de las marcas Fripán, Frida, Dots y Yaya María y líder en el sector de masas congeladas, con una facturación de 370 millones de euros y presencia en más de 20 mercados a nivel mundial, ha reorganizado su estructura accionarial con el objetivo de potenciar su expansión internacional. Un proceso, que se produce después de que el grupo agroalimentario Vall Compañas haya vendido la participación que poseía en Europastry al fondo de capital riesgo MCH Private Equity, que ahora detenta el 18% de los títulos, y a la familia Gallés, principal accionista de la compañía, con el 80%. El 2% restante se mantiene en manos del equipo directivo

Europastry, número uno en los mercados de España y Portugal y tercera empresa europea de su segmento de negocio, posee una fuerte vocación exportadora, reforzada con una importante presencia en países como Francia, Alemania, Italia y Holanda. En este último país, la compañía abrió, el pasado año, una filial comercial desde la que potenciar su actividad en el centro y norte de Europa.

En estos momentos, Europastry cuenta con cinco las delegaciones propias en Europa y Estados Unidos. Reino Unido, Corea del Sur, Japón, México, Sudáfrica o Australia, son otros de sus principales mercados.

Un ejemplo de ello es su trayectoria en Corea del Sur, país en el que se
introdujo el pasado año y en el que ya ha puesto en marcha una red de 20
establecimientos en régimen de franquicia.

El reto, que ahora acomete la compañía, tiene como objetivo alcanzar, en el plazo de cuatro años, una facturación superior a los 500 millones de euros, de los cuales espera que un 25% provenga del exterior. En la actualidad, el capítulo exportador supone el 15% de la facturación global de la compañía.

Para impulsar su internacionalización, la compañía estudia la adquisición
de una empresa de referencia de su sector fuera de España.

Europastry dispone de once centros de producción en la Península Ibérica y tiene una plantilla de 2.500 trabajadores. La compañía también es propietaria de las panaderías El Molí Vell, que suman 270 puntos de venta en el territorio español.

La empresa, que destina una media de 12 millones de euros anuales a I+D + i, ha sido el primer fabricante español en eliminar las grasas trans de toda su gama de bollería haciéndola más saludable.

La innovación es otro de sus ejes de crecimiento. En el periodo 2008-2009, realizó una inversión industrial superior a los 90 millones de euros para poner en marcha dos nuevas líneas de producción de pan rústico e iniciar la construcción de unos almacenes frigoríficos de última generación. En el último año, un 5% de las ventas correspondieron a la comercialización de nuevos productos.