Calidad Pascual, hacia la innovación disruptiva

Ignacio García-Cano, CEO y director general ejecutivo de Calidad Pascual, fue el protagonista de la última edición del Foro IPMARK, la vigésima desde su creación en 2008, que se celebró el 10 de diciembre en Madrid.  El directivo ofreció a los asistentes su visión de las grandes tendencias del mundo de la alimentación, así como las claves para  afrontar los cambios constantes del sector.

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La buena noticia, según el ponente, es que el mundo está cambiando para mejor; y la mala, que las empresas tienen que adaptarse al cambio o arriesgarse a desaparecer. “Va a ser un proceso muy rápido”, dijo. Y añadió, que “una vez que se expande, la mente del consumidor nunca vuelve a ser la misma”.

En este proceso, la innovación, a la que García Cano se refirió en numerosas ocasiones durante su charla, desempeña un papel crítico. Tanto es así, que Calidad Pascual ha creado recientemente el departamento de Innovación Disruptiva para alumbrar sus pasos tanto interna como externamente.

Snacks sin y funcionales

Entre las grandes tendencias que determinarán el futuro de la industria de la alimentación, al menos en el mundo occidental, está el wellbeing, que, a su vez, se deriva en tres apartados: 1) mejor “sin”, 2) naturalidad funcional y 3) la snackficación de todo.

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Ignacio García-Cano

La tendencia es que los alimentos y bebidas sean cada vez más naturales y funcionales, con menos ingredientes, más sanos y simples, y presentados en porciones adecuadas para llevar o consumir fuera de casa sobre la marcha. Esta gran tendencia debe declinarse en cada caso y plasmarse en productos diferentes según los beneficios y el público objetivo al que se dirijan.

Junto a ello, la conexión permanente y la necesidad de compartir, el valor en alza de la proteína y la energía, la búsqueda del placer sin culpa y del relax, y el crecimiento de la población senior serán algunas de las tendencias que conformarán el futuro.

De esta manera se abren un sinfín de oportunidades para los fabricantes de alimentación y bebidas, pero la falta de apoyo de la distribución, que en ocasiones no referencia sus productos, está frenando la innovación, instrumento fundamental para explorar estos nuevos caminos. “El nivel de innovación en España está alcanzando mínimos históricos”, dijo García-Cano. Con todo, el ponente también añadió que el distribuidor no es un mal necesario, sino un aliado con el que hay que trabajar.

Palancas para triunfar

Pero, sí estás son las tendencias, ¿qué se puede hacer para aprovecharlas? García-Cano recomendó poner en marcha seis palancas: la diferenciación —“debemos preguntarnos constantemente qué nos hace diferentes” —, la revalorización —“tenemos que volver a poner en valor la calidad superior frente a la suficiente”—, la innovación —“la innovación todavía hoy es posible” —, la comunicación —“hay que formarse continuamente y estar al tanto de lo que sucede”, la priorización —“con portafolios tan complejos como el nuestro, siempre hay que elegir, porque todo no se puede hacer” — y la colaboración —“a veces es necesario juntarse para hacer algo mucho más grande”—.

A estas palancas añadió tres principios de gestión que, en su opinión, son decisivos para tener éxito: 1) “Todo empieza con nuestra gente y el equipo que lideramos”, 2) “Honestidad, transparencia e integridad” y 3) “El cliente ha de estar en el centro de todo lo que hacemos”. Para terminar, García-Cano parafraseó a Amparo Moraleda, expresidenta de IBM España: “La innovación es un desafío y no un drama, una oportunidad y no una amenaza”.