E-commerce, crecen las alertas sobre la Directiva de Derechos de los Consumidores
Quedan tres días para que el 30 de mayo se vote la nueva normativa europea de derechos de los consumidores. La Comisión Europea y el Consejo de la Unión se reunieron ayer para trabajar sobre la directiva y la primera versión del texto que presentarán en esa fecha. Las protestas de los operadores y e-commerce continúan. Estos días, coincidiendo con la reunión en París del G8, las principales empresas y asociaciones europeas de comercio electrónico debaten en Barcelona sobre el futuro del sector en la 3ª edición del Global E-Commerce Summit. Ya han firmado una declaración conjunta que presentarán a las instancias europeas para intentar frenar las futuras normas incluidas en la directiva sobre los Derechos de los Consumidores.
Un total de 10 asociaciones europeas y nacionales que representan más del 50% del comercio electrónico en Europa, han expresado en dicha declaración sus “profundas inquietudes” sobre las consecuencias negativas que la nueva normativa podría tener en el desarrollo y la continuidad del comercio electrónico en el continente.
Las asociaciones firmantes reclaman un enfoque equilibrado en el marco de la directiva y solicitan la revisión de ciertas medidas propuestas que podrían suponer para estas empresas un nivel de carga excesivo que podría poner en peligro su existencia y que además se traduciría en un incremento de los precios de los productos. Entre las asociaciones que se han unido a la protesta son IMRG (Inglaterra), Netcom (Italia), FEVAD (Francia), Becommerce (Bélgica) y FDIH (Dinamarca).
Como se recordará, el pasado mes de marzo, Bruselas propuso una serie de medidas encaminadas a reforzar la protección de los derechos de los consumidores en lo relativo al comercio electrónico. Se procedió entonces a la aprobación de enmiendas, por parte de los diputados, a la propuesta de la Comisión en la denominada “Directiva sobre los Derechos de Consumidores”. El voto final ha quedado aplazado para tratar de alcanzar un acuerdo con el Consejo Europeo. La normativa incluye todas las formas de ventas, ya sean a distancia ,por teléfono, televisión, correo, a domicilio o en la tienda, pero afecta especialmente al comercio electrónico.
Las principales discrepancias proceden del aumento del plazo para devolver un producto comprado por Internet, que queda fijado en 14 días, el doble de los siete que tienen la mayoría de los países europeos, entre ellos España. En estas dos semanas, el consumidor puede retornar el producto al vendedor sin ningún tipo de penalización. Además, el comprador dispondrá de otros 14 días para hacer efectiva la devolución, por lo que al final, el periodo puede alcanzar casi un mes.
Otra de las novedades se refiere al los pedidos que superen los 40 euros. En este caso, la empresa tiene obligación de reembolsar el coste del producto devuelto y también los del envío (que antes asumía el cliente) en el mismo plazo de 14 días. El problema surge cuando las tiendas virtuales se plantean reintegrar el importe de un artículo incluso antes de haber recibido su devolución, aunque el consumidor tendrá que probar que lo ha devuelto.
Los productos digitales, como la música, las películas o los programas estarán excluidos de la devolución, ya que en estos supuestos la venta se considera cerrada, desde el momento en que comienza la descarga.
La norma también establece una serie de obligaciones para ambas partes. El consumidor tendrá que confirmar que ha entendido los detalles de la compra y el vendedor deberá proporcionarle toda la información necesaria sobre el producto y su envío.
La Asociación Interactive Media in Retail Group (IMRG) manifestaba en su día su total desacuerdo con la nueva regulación por entender que puede causar unas pérdidas anuales de 10.000 millones de euros para los minoristas, provocando un aumento de los precios. Además, considera que tales propuestas ”equivalen a un 4% del valor estimado de la industria europea del comercio electrónico en 2012”. Entre los disidentes también se encuentran líderes del sector de venta online, como Pixmanía.com y vente-privée.com, que han emitido un comunicado conjunto en el que ambos portales advierten de las consecuencias de las propuestas del Parlamento Europeo, que a su juicio “ponen en peligro el desarrollo del comercio electrónico en toda Europa”.