¿Sabemos interpretar el etiquetado de caducidad de los alimentos?
Hace tiempo que nos hemos acostumbrado a comprobar las fechas de caducidad y consumo preferente de los alimentos. Sin embargo, hay matices en los mensajes de las etiquetas que más de la mitad de los españoles no entiende.
Existe cierta confusión respecto a lo que significan expresiones como “Consumir preferentemente antes de”, “Fecha de caducidad” y “Consumir antes de un determinado número de días”. Así, lo ha detectado el “Eurobarómetro sobre desperdicio de alimentos y marcado de fechas” realizado por TNS para la Comunidad Europea. Sus resultados revelan que 6 de cada 10 españoles siempre mira las fechas de caducidad inscritas en los productos, frente a un 9% que lo hace rara vez o nunca.
Analizando cada una de las advertencias inscritas en los productos, el 49% de los consumidores nacionales percibe de forma clara “Consumir preferentemente antes del…” y entiende que se trata de un alimento que puede consumirse después de esa fecha pero con la posibilidad de que ya no tenga su calidad óptima. Frente a ello, el 51% de la población consultada aporta respuestas incorrectas como que “depende del tipo de alimento” o que “puede consumirse con seguridad hasta esa fecha pero no debe consumirse después”.
Por su parte, respecto a la frase «Fecha de caducidad», el 45% acierta al indicar que alude al límite temporal que indica hasta cuando se puede consumir el alimento con seguridad, sin riesgos. No obstante, un 55% ofrece respuestas incorrectas.
En lo relativo a los alimentos cuyas etiquetas mencionan que debe consumirse antes de un determinado número de días, el 60% asegura que, una vez pasados los días aconsejados para el consumo, seguiría consumiendo el producto si el envoltorio no estuviera dañado y el alimento tuviera buen aspecto. Una respuesta no del todo correcta, si consideramos que el Ministerio de Sanidad y la UE recomiendan, en este caso, no superar los días indicados para tal consumo. El 31% de los españoles, por el contrario, declara que tiraría el alimento y un 7% lo haría (o no) dependiendo del tipo de producto.