La liberalización comercial de Madrid “contagia” a otras regiones

La libertad de horarios comerciales, impulsada por el gobierno de la Comunidad Autónoma de Madrid, con su presidenta, Esperanza Aguirre, a la cabeza, ha hecho que otros ejecutivos autonómicos empiecen a plantearse una normativa similar en sus territorios.

Castilla y León y Valencia, dos comunidades de la órbita del Partido Popular, han hecho pública su intención de impulsar la competitividad del comercio minorista, a partir de una mayor flexibilización horaria.

La Junta de Castilla y León “llamará a consulta” a los empresarios del sector para ampliar los márgenes de apertura y otro tanto hará la consejera de Industria de la Comunidad Valenciana, Belén Juste, que también ha abierto un periodo de negociaciones con las patronales del comercio.

El ejemplo de Madrid se perfila como una respuesta válida a la crisis de consumo. El debate no se centra tanto en el número de festivos que se podría abrir, como en medidas eficaces que palien los déficits comerciales y estimulen el gasto. Así, las dos autonomías citadas quieren implantar medidas como la libertad total de horarios diarios y semanales e imponer la reducción de trámites administrativos para nuevas aperturas.