Ebro Puleva podría quedarse sin su azúcar

La primera alimentaria española, la compañía Ebro Puleva ha anunciado esta mañana que busca nuevas salidas para su división azucarera y otros negocios agroindustriales relacionados. Se plantea la venta o la escisión para su posterior salida a Bolsa.

La decisión se llevará a la próxima Junta General de Accionistas, el 9 de junio con el fin de autorizar al Consejo de Administración el inicio de los estudios y contactos pertinentes para explorar ambas posibilidades, delegando en éste la ejecución de la operación así como la posibilidad de desistir de la misma si las condiciones del mercado llegan a aconsejar que no se realice.

En la comunicación remitida hoy, 5 de mayo, a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, la firma señala que considera conveniente esta medida en un momento en que se ha asegurado la viabilidad y estabilidad del negocio azucarero para los próximos años tras culminarse satisfactoriamente la reforma de la OCM del azúcar.

Según las estimaciones de Ebro Puleva, la reforma de Bruselas le supondrá un gasto de 175 millones de euros, derivado del cierre de tres fábricas, dos en la zona sur (Guadalcacín y La Rinconada) y una en la norte en la campaña 2009-2010 (Peñafiel) que supondrán la reducción de 540 puestos de trabajo.

El pasado mes de noviembre la compañía española señalaba en otra comunicación a la CNMV que una vez concluido el plan de reestructuración (año 2014), se espera que el Ebitda de su división azucarera esté en torno a los 70 millones de euros, frente a los 81,2 millones de euros previstos para 2007.

Ahora estima que la operación de venta o escisión, si finalmente llega a ejecutarse en las condiciones oportunas, aportará valor a los accionistas de Ebro Puleva al tiempo que permitirá tratar de modo individualizado el proyecto del negocio azucarero para su futuro a medio y largo plazo.

Tomando como base los datos de cierre del ejercicio 2007, en caso de materializarse la operación, la cifra de negocio del Grupo Ebro Puleva pasaría de 2.685 millones de euros a 2.031 millones, el Ebitda consolidado pasaría de 306 millones a 226 millones, y la deuda se reduciría en un importe muy significativo, que se determinaría en función de las condiciones de ejecución de la operación.