Gran Bretaña limita la concentración comercial

Las grandes cadenas minoristas verán reducidas las posibilidades de apertura de establecimientos en las islas británicas. Superar la distancia de 10 minutos en coche y menos del 60% de la cuota de mercado de la zona son las nuevas condiciones.

La Comisión de Competencia Británica ha establecido una serie de medidas con el fin de potenciar la libertad comercial en el país. Según la información recogida por el diario local The Guardian cadenas como Tesco, Sainsbury’s, Asda y Morrisons deberán de respetar una distancia de 10 minutos en coche entre dos establecimientos y no alcanzar una cuota del 60% dentro de la zona.

Además, el órgano de competencia aboga por crear un organismo que proteja a agricultores y pequeños minoristas de la gran distribución, representada por las cuatro compañías anteriores.

Esta nueva asociación establecerá un código de buena conducta que rija las negociaciones de los supermercados. Entre sus poderes estará el de dirimir disputas y registrar la cuantía de las transacciones que pacten tiendas y distribuidores.

Las medidas no convencen ni a pequeños comerciantes ni a los grandes distribuidores. Para los primeros, la Comisión ve la competencia como una pugna entre las cuatro grandes cadenas e ignora el resto de figuras minoristas.

Los líderes del mercado advierten del importante gasto que algunas de las iniciativas tendrán en la industria, lo que supondrá incremento de precios en los productos y las tachan de ir contra la libre competencia.