El poder de la marca y MDD

Nivea y Nokia son las marcas en las que más confían los europeos, según el Estudio Trusted Brands 2007 elaborado por Reader’s Digest. El estudio, que se realiza desde hace siete años, consulta la opinión de más de 24.000 ciudadanos de 15 países respecto a marcas de distintos sectores de negocio según los criterios que hacen que un consumidor confíe en una marca. En el caso de Nivea y Nokia, resultaron elegidas como marcas de mayor confianza en todos los países considerados para los sectores, respectivamente, de cuidado de la piel y telefonía móvil.

Los encuestados destacaron también a Visa como marca de mayor confianza de tarjetas de crédito en 14 países; Kellogg’s como cereal favorito en nueve mercados o los productos Nestlé, en seis.

El análisis del caso concreto de España arroja distintas lecturas. La conocida infidelidad del consumidor español hacia productos, marcas y establecimientos, queda en entredicho con los resultados de la citada encuesta. En las siete ediciones del estudio, los españoles han permanecido unánimes y constantes respecto a las marcas de su confianza. Así, un año más, los consultados han elegido Pantene Pro-V, como producto de cuidado del cabello, L’Oréal, como marca de cosméticos y Colgate en pasta de dientes. Asimismo, la marca de confianza en automóviles es Mercedes, Bosch en electrodomésticos y Hewlett Packard en ordenadores personales. No han cambiado tampoco los canales de compra mejor valorados en España. El Corte Inglés, como centro comercial y Mercadona, como supermercado, destacan entre el resto de empresas por imagen de calidad y servicio.

Los datos confirman como la marca líder continua ocupando buen espacio en el mercado del gran consumo. En paralelo, aumenta el poder de la Marca del Distribuidor que creció medio punto en 2006 en el total de compra de productos envasados. Este aumento de cuota es mayor en las secciones de alimentación, donde la MDD representa ya el 28 % y droguería (38 %) y encuentra aún barreras en el caso de perfumería.

Marcas del fabricante y marcas del distribuidor, compiten en los lineales en la actualidad con mayores crecimientos en algunos segmentos para estas últimas. ¿Significa esto el camino hacia la extinción de las marcas líderes?. En ningún caso. El consumidor sigue buscando las marcas nacionales que le ofrecen calidad y satisfacción por el precio que paga. Y también elige la marca de la distribución que le trasmite seguridad y confianza a un precio menor. La convivencia de ambas no solo es viable, sino también necesaria. Amplia el abanico de oportunidades de elección. Serán los consumidores quiénes, al final, tendrán la última palabra.