LA BOTELLA MEDIO VACÍA
El mercado del cava se enfrenta a la campaña de Navidad con la esperanza de recuperar mercado, después del revés sufrido en 2009, que recortó su producción casi un 4% (3,7%) hasta los 219,4 millones de botellas.
La primera caída en volumen desde 2000, cuando el desplome superó el 14%, según consta en los registros del Consejo Regulador del Cava (CRC).
Salvar las ventas
Este organismo, que no evalúa la cifra de negocio, estima que el año pasado el sector habría dejado de ganar más de 51 millones de euros, al recaudar un total de 929 millones de euros, de los que 416 se quedaron en el mercado interno y 513 en la exportación.
Esta regresión se explica por la bajada de los precios y la caída de las ventas externas que invirtieron la tendencia de crecimiento, al registrar una contracción del 5,5%, que situó el total en 131,2 millones de botellas. Un contingente que supone la segunda reducción de las exportaciones desde 2001, después de la disminución del 4,13% experimentada en 2006.
En el mercado nacional, el bache fue menor (un 0,9% menos), situando la producción en algo más de 88 millones de botellas. El desafío de la industria será mantener los precios para salvar las ventas, que, según los estudios de Symphony IRI, han caído un 1% en el último año, hasta los 135 millones de euros. En el periodo auditado se vendieron más de 31,5 millones de litros de cava en los establecimientos de libreservicio, lo que significó un incremento del 3,3%.
El aumento de la demanda confirma el liderazgo del cava en el segmento de vinos espumosos, donde representa más del 84% de la facturación y más del 91% del volumen. El champán, espumoso por excelencia, absorbe el 11,9% y el 1,9%, respectivamente; el granvas se queda 1,4% y el 3,6% y otros vinos de la misma categoría captan el 2,5% y el 3,2%.
Presencia internacional
La contención del gasto ha desplazado la distribución del cava desde canal horeca a los establecimientos de alimentación, que ya absorben el 77% de las ventas. En este escenario, la MDD gana posiciones y capta más del 30% del mercado total. Un avance que empieza a pesar en las cuentas de las empresas, cuyos retos pasan por desestacionalizar el consumo, afianzar su presencia nacional y ganar cuota en los mercados internacionales. No obstante, Codorniú y Freixenet siguen revalidando liderazgo en el mercado interno.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que dos de nuestros principales clientes internacionales, Alemania, primer país comprador en 2009 y Japón, quinto en el ranking mundial, han reducido significativamente sus “remesas”, más del 32% la primera (34,9 millones de botellas de 75 cl) y más del 23% la segunda (4,8 millones de botellas ). Un recorte amortiguado por el aumento del 57,5% en los pedidos de Bélgica (15,6 millones de botellas ), sexto destino europeo del cava y tercero a nivel mundial y Francia, que ha incrementado un 40,2% sus compras (3,3 millones de botellas), ocupando la octava posición en el continente europeo y la séptima en todo el mundo, por detrás de Alemania, Reino Unido, Bélgica, Estados Unidos, Japón y Suecia.