Oportunidades para todos

Hoy en día son la mayoría de entidades financieras las que ofrecen este tipo de servicio, pero también los propios fabricantes de vehículos comerciales e industriales proponen este sistema como un valor añadido a su estructura de ventas, destacando en el primer caso el Grupo Banco Sabadell Atlántico, líder en el mercado nacional en este tipo de operaciones, e Iveco en el segundo.

Multitud de servicios
Además de sustituir el concepto de propiedad por la utilización del vehículo mediante contrato de alquiler, este método posibilita al usuario, al finalizar el periodo de renta, adquirir el vehículo en propiedad o devolverlo a la compañía gestora.

Optar por este procedimiento trae consigo recibir una serie de prestaciones que, en el caso del BSRenting, incluye la elección del vehículo, incluyendo extras y opciones; mantenimiento y reparaciones en concesionarios oficiales; asistencia en carretera desde el kilómetro cero; sustitución de neumáticos; seguro a todo riesgo, sin franquicias ni recargos, e impuestos de matriculación y circulación, es decir, se sustituyen los costes indeterminados por otros determinados, incluidos en la cuota acordada.

A nivel contable y de fiscalidad, el renting no se activa en el balance de los particulares ni de las empresas, lo que, por otro lado, mejora de forma considerable su ratio de endeudamiento. Asimismo, la contabilidad se simplifica enormemente, en tanto que todos los servicios realizados por los proveedores en el vehículo se recogen en una única factura.

Iveco, un especialista
Como decíamos al principio, Iveco es uno de los fabricantes que más consolidados tiene este tipo de servicio, que realiza a través de una sociedad matriz denominada Transolver, la cual, a su vez, se divide en dos áreas: Transolver Finance, participada al 50% por el fabricante y la entidad Santander Consumer, y Transolver Service, que aunque tiene una razón social independiente, es de capital 100% Iveco, siendo precisamente la división encargada de gestionar el renting.

La forma de proceder de esta última tiene una primera máxima, que no es otra que respetar las normas de comecialización del grupo que, salvo raras excepciones, se realiza a través de los concesionarios de la marca. Esto quiere decir que Transolver Service adquiere los vehículos a la propia red de concesionarios Iveco, en unas condiciones previamente negociadas.

Sin límite
Los contratos que propone la compañía suelen ser de entre tres y cinco años, si bien también es posible llegar a acuerdos por 10 e incluso por 80 meses, en tanto que al contrario que el leasing el tiempo no está regulado.

A la finalización del contrato, Transolver Service ofrece varias posibilidades de valoración del bien: negociando con Iveco, con los concesinarios o siendo la propia entidad la que decide el precio de recompra; a partir de aquí, se establece la diferencia entre los precios de compra y de recompra y se obtiene el valor a financiar.

Decantarse por el renting que sugiere la sociedad de origen italiano lleva implícito una serie de prestaciones, como el contrato de mantenimiento y reparación de los vehículos en la red oficial de la marca, que pasa por ser uno de los más completos de cuantos existen, en tanto que incluye hasta el cambio ilimitado de la batería, sustitución de lámparas y rellenos de aceite entre cambios. También está contenida la sustitución de los neumáticos, así como el seguro a todo riesgo, para lo cual la financiera trabaja con un corredor de seguros que lo gestiona a través de determinadas compañías, aunque en el caso de que el cliente tenga un ratio de siniestralidad bajo y unas condiciones particulares buenas, se le permite la contratación por su parte, siempre y cuando se haga beneficiario de dicho seguro a Transolver Service.

Como valor añadido a estos servicios, la sociedad admite la matriculación, las ITV y la certificación de tacógrafos digitales, incluso el mantenimiento y reparación de carrocerías si así lo solicita el contratante.

Mayor mentalización
Aunque el renting está más difundido en la mentalidad anglosajona, es una práctica que se extiende con el paso del tiempo, como lo prueba el hecho de que los clientes de Iveco cada ve apuesten más por esta posibilidad. Y como muestra un botón: el porcentaje de este tipo de operaciones pasó de un 2,77% de las ventas en el primer semestre del año 2006, al 3,51% en el segundo, y subiendo.