Consumo en los hogares. Más caro y en el super

La previsión de crecimiento para 2008 fijada por el Gobierno en el 3,3% está en el aire. Las perspectivas del Banco de España también reflejan una cierta desaceleración. Esta situación ya comenzó a gestarse en 2006, muchos meses antes de que la cesta de la compra se disparara. Resultado: Menos consumo y más caro. Los datos de crecimiento forman parte de las grandes cifras macroeconómicas y, en ocasiones, los ciudadanos no perciben, al menos en el corto plazo, sus efectos en los bolsillos. No obstante, existen otros indicadores que pueden ser más reveladores. Es el caso del último estudio de Mercasa, empresa pública que agrupa la red de Mercas -mercados centrales- de toda España. Su Informe 2007 arroja cifras preocupantes sobre la evolución del consumo de alimentación y bebidas en 2006 y apunta una tendencia claramente negativa para los años posteriores..

Se gasta más en el hogar…

Con un aumento de la población en 600.000 personas (+1,36%) -hasta 44,7 millones-, en 2006, según datos del INE, el gasto total en alimentación y bebidas ascendió a 81.916 millones de euros en 2006, lo que supone un crecimiento del 5,3% respecto al año anterior. El número de hogares sigue creciendo mucho más rápido que la población. Así, mientras la población creció un 8,1% entre 2000 y 2006, los hogares se incrementaron en un 22,4%. Aumenta la población que vive sola, tanto mayores de 50 años como jóvenes.

La participación de los hogares en el gasto alimentario total fue del 72,5%, ligeramente por encima del 72,2% del año anterior. El gasto de los establecimientos de hostelería, sin embargo, descendió suavemente hasta el 25,6% desde el 25,9%.

El informe de Mercasa destaca el “especialmente significativo” incremento del gasto en los hogares (5,7%) y en las instituciones (5,5%) frente al aumento de menor importancia en hostelería y restauración (4,2%). En 2005, el gasto alimentario total creció un 0,8% respecto a 2004, con un crecimiento significativo en el caso de instituciones (principalmente colegios pero también comedores y centros públicos, cárceles, etc) y prácticamente nulo en los otros dos grupos.

El gasto por persona en alimentos y bebidas para consumo en el hogar se cifró en 1.355 euros en 2006, lo que supone un crecimiento del 3,6% respecto al año anterior.

…se consume menos y más caro
En la cesta de alimentación del hogar español priman los productos frescos, recuerda Mercasa. La carne siguió siendo el producto estrella, acaparando uno de cada cinco euros del gasto alimentario en 2006. Cada habitante pagó 316 euros por 50,6 kilos de carne o productos cárnicos. Un año antes, cada ciudadano consumió un kilo y medio más y pagó siete euros menos.

Esta situación es muy parecida en el resto de la alimentación fresca. Así, se consumieron 28,2 kilos de pescado por persona -muy ligeramente menos que en 2005-, pero el precio subió un 7,8%, al pasar de 6,4 a 6,9 euros el kilo. De la misma manera, cada individuo consumió menos y pagó más en frutas y hortalizas frescas.

En lo referido a la leche y derivados lácteos pasa algo parecido. En el caso de la primera, el consumo cayó, de media, un 5,5% por persona, mientras que el precio pasó de 0,64 euros a 0,66 euros por litro. En cuanto a los derivados lácteos, el consumo se mantuvo prácticamente igual a pesar de la subida del precio medio en un 2,5%.

El consumo de frutas y hortalizas transformadas permaneció por encima de los 13 kilos por persona y año, con un aumento del precio por kilo del 2,2%. El pan subió un 4,2% y su consumo cayó en un 5,4%. El consumo de bollería y pastelería se mantuvo inalterado pero su precio se elevó un 6,7%. En cuanto al aceite de oliva, cada persona consumió ligeramente menos a lo largo de 2006, pero pasó a pagar 3,89 euros por litro, un 28% más. El consumo de vino se mantuvo, aunque se encareció muy ligeramente, quizá porque se compraron caldos más baratos. Finalmente, los huevos sí registraron un abaratamiento sensible. Cada persona consumió en el hogar 143 huevos, siete menos que un año antes pero su precio cayó un 4,7% hasta 1,2 euros la docena.

Supermercados más grandes
En España existen 7,4 comercios -ó 409,9 m2- dedicados al comercio de alimentación y bebidas por cada mil habitantes. Destaca por encima de la media Navarra, Comunidad Valenciana y Cataluña. La estructura de la distribución alimentaria española respecto a Europa se caracteriza por tener un número menor de compradores por establecimiento y una densidad comercial que supera holgadamente la media de la UE.

Sobre el total de licencias concedidas al comercio minorista, un 34,5% se asocia al comercio de alimentos y bebidas, lo que supone un 17,5% de la superficie de venta total. La tendencia de los últimos años en la concesión de licencias es descendente aunque los establecimientos cuentan con un mayor tamaño.

El consumidor español repite marca a la hora de comprar, según los datos de Mercasa de 2006. El 81% de los clientes compra siempre las mismas marcas frente al 15,4% que adquiere la más barata y el 3,6% que busca lo barato aunque el distintivo sea desconocido.

Los productos de alimentación con marca del distribuidor (MDD) fueron adquiridos habitualmente por el 43,3% de los consumidores en 2006. El dato contrasta con el año anterior, cuando la marca propia fue elegida por el 53,4% de los consumidores.

Proximidad, calidad, buenos precios, variedad de productos y atención al cliente son los factores que deciden la elección de establecimiento.

La proximidad manda
El supermercado fue el formato elegido por el 45,4% de los consumidores para hacer sus compras en 2006, con un crecimiento de 0,8 puntos porcentuales respecto al año precedente. Los formatos más pequeños y cercanos siguen dominando las compras de alimentación fresca frente a los hipermercados. Supermercados y tienda tradicional acaparan las tres cuartas partes de la compras en ese segmento. En alimentación seca la cuota se reparte entre supermercado (57,8%) e hipermercado (24,4%), principalmente.

El 72,3% de los consumidores va a la tienda a pie, mientras que un 18,8% se desplaza en automóvil y el 8,4% en transporte público. En lo referente a los discutidos horarios comerciales, el 86,2% de los consumidores considera que los actuales son los adecuados. Sin embargo, un 28% de los clientes sólo cuenta con el fin de semana para hacer sus compras.

Internet sigue siendo minoritario en los hábitos de compra de alimentación, aunque crece poco a poco. Únicamente el 4,3% de los consumidores realizó alguna compra a través de este sistema en 2006. La cifra, aunque modesta, supera el 3,3% del año anterior.

Comer fuera de casa
El gasto en actividades de restauración se está incrementando significativamente. Mientras que hace diez años se dedicaba menos de un 19% del gasto en alimentación a comer fuera de casa, en la actualidad este porcentaje se aproxima cada vez más al 30%.

En 2006, el gasto anual medio por habitante en restaurantes fue de 488 euros, un 7,2% más que en 2005. Sin embargo, los ingresos anuales estimados por plaza de restaurante se cifraron en 5.017 euros frente a los 5.029 euros del año anterior, con un descenso del 0,2% tanto en el caso de los restaurantes de categoría superior como en los restantes. Más gasto por habitante y menor ingreso por plaza se explica, seguramente, por la mayor oferta. De hecho, la producción del colectivo de restaurantes rozaba los 22.000 millones de euros anuales en 2006, dos mi millones más que un año antes.