Cosas veredes, Sancho
Como editor, debo asumir que entre nuestros lectores habrá algunos más afines que otros y que no podemos aspirar a ser amados por todos. Nunca ha llovido a gusto de todos y no espero tampoco que lo haga. En el número anterior, comentaba cómo un moderno distribuidor francés, se había arrogado la posición de defensor de los sufridos consumidores, arrimando el ascua a su sardina y generando con su acción, campaña de prensa reducida para anunciar la retirada de productos del lineal, un eco mediático que para sí quisieran muchos políticos.
Y es que hablar de defender la capacidad adquisitiva de los consumidores, vende. La reacción de los gobernantes no se ha hecho esperar y han apuntado que el Observatorio de Precios y Márgenes, creado en noviembre de 2007, deberá empezar con urgencia a poner a cada uno en su sitio. Los fabricantes, los distribuidores o cualquiera que sea la fórmula de intermediación donde se producen los desfases deberán ser puestos a la luz. Pronto se publicará un estudio con 20 productos relevantes, como primera medida.
Según el primer ministro francés, es objetivo de su gobierno hacer que los precios bajen y aumente la competitividad comercial. Al final, la hábil maniobra del distribuidor de referencia, cuyo objetivo era romper con la fórmula de negociación actual, la famosa ley que impide renegociaciones entre distribuidores y fabricantes fruto de la presión de un lado u otro, va a conseguir hacerlo. Y es que los políticos, siempre están en campaña. Al final monsieur Leclerc y monsieur Fillon, serán felices y comerán perdices… y sino al tiempo. Cosas veredes, Sancho. Por cierto, nuestros vecinos franceses siempre se han caracterizado por trasladar sus ideas más allá de sus fronteras, generando olas de pensamiento que han cambiado el mundo.
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