Ana Gobernado, de IBM. El nuevo comercio que trae Internet de las cosas
El número de dispositivos inteligentes en nuestra casa, en nuestro puesto de trabajo e incluso sobre nuestro propio cuerpo aumenta cada día.
El número de dispositivos inteligentes en nuestra casa, en nuestro puesto de trabajo e incluso sobre nuestro propio cuerpo aumenta cada día.
De hecho, se prevé que para 2020 podría haber hasta 30.000 millones de dispositivos conectados a lo que se conoce como Internet de las Cosas (IoT en inglés, Internet of Things)
Previsiblemente, esta red masiva de aparatos, electrodomésticos e incluso joyas, sabrá mucho de nuestra vida. Una pulsera en conexión con el Smartphone, por ejemplo, podría registrar los datos de las constantes vitales de una persona, los cuales se podrían transmitir al médico casi en tiempo real. Si la presión arterial es alta, el médico podría recetar inmediatamente un medicamento, el cual se podría entregar rápidamente a esa persona. Las aplicaciones son innumerables.
En lo que concierne al entorno empresarial, a pocos sectores influirá tanto Internet de las Cosas como al del comercio. Y es que, se prevé que algunas personas abandonen por completo el concepto de “ir de tiendas”; otras utilizarán aplicaciones para emplear su dinero de forma más estratégica, por ejemplo, comprando sólo billetes de avión los martes, cuando las tarifas bajan; otras se suscribirán a los servicios comerciales basados en algoritmos, etc.
Este enorme cambio no estará exento de desafíos. La cantidad de datos que generará esta Internet de las cosas será inimaginable. Pero por intentarlo, tomemos como ejemplo una nueva flota de aviones Boeing encargados por Virgin Atlantic, la cual generará la mitad de un terabyte de datos en cada vuelo, ya que literalmente, cada pedazo de un avión tiene una conexión a Internet.
Para las cadenas de distribución, analizar estos datos será una cuestión de supervivencia y aquellas que tengan las herramientas analíticas más sofisticadas y precisas serán también las más competitivas. En este sentido, Watson, un sistema cognitivo desarrollado por IBM, está diseñado para leer y entender grandes cantidades de datos, y encontrar después respuestas a casi cualquier pregunta, en lenguaje natural, puede ser un hito aplicado al comercio minorista Watson ya demostró sus capacidades cuando ganó a un humano en el conocido concurso estadounidense “Jeopardy!” en 2011. Desde entonces se está usando de forma progresiva por empresas de muy diversos ámbitos:
salud, viajes, servicios financieros, etc. Actualmente, está empezando a introducirse en el sector de la distribución, ayudando a los minoristas a obtener datos y conclusiones, y difundirlos por toda una organización rápidamente. La capacidad de Watson para entender el lenguaje natural, leer y manejar grandes cantidades de datos, y luego adaptarse a las preguntas concretas de un consumidor al responder preguntas con respuestas personalizadas, tiene el potencial de cambiar cómo los consumidores se relacionan con las marcas.
Este tipo de aplicaciones sería como tener a un nutricionista en el Smartphone que nos puede recomendar qué hacer de cena. o se trata sólo de que la gente gaste más dinero, sino de ayudar a los consumidores a obtener exactamente lo que necesitan, y a los vendedores a comprender mejor las preferencias de los clientes.
(Ana Gobernado es directora de soluciones industriales de software de IBM )