Calzado ‘made in Spain’, impulsos online y exportaciones

El calzado ‘made in Spain’ está percibido como sinónimo de calidad y confianza para el consumidor. El aumento de la venta online y la internacionalización se han convertido en palancas impulsoras del negocio. Según los últimos datos disponibles de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), las ventas de calzado a través de Internet en España alcanzaron los 43,3 millones de euros, en el primer trimestre del año. Esta cifra supone un incremento del 67% en relación a los 25,9 millones de euros del mismo periodo del ejercicio anterior.

El calzado se encuentra en el top 5 de productos más demandados en la venta de moda en Internet. Para vente-privee.com, creador y líder mundial de ventas flash, las cifras están en continua progresión. El portal, que el 6 de mayo celebró en Elche (Alicante) el Foro del Calzado, señala que en 2013 vendió 2,5 millones de pares de zapatos en los ocho países europeos en los que opera. El perfil del consumidor digital es mayoritariamente femenino, con un 64% de mujeres que apuestan por este canal, frente a un 36% de los hombres. La comodidad y la calidad son los dos ejes de la compra del calzado online.

SUPERÁVIT EXTERIOR

La industria del calzado es una de las más importantes de la economía española y uno de los pocos sectores que registra superávit exterior. En 2013, las exportaciones alcanzaron los 2.148,6 millones de euros, lo que representa un incremento del 9% en relación al ejercicio precedente.

Francia ocupa la primera posición entre los mercados importadores de calzado español. El año pasado compró a nuestro país por valor de 448,4 millones de euros, lo que representa el 20,9% del total de las exportaciones (un 5,2% más que el año anterior). Le siguen Italia y Alemania, con importaciones de 215 millones de euros y de 201 millones de euros, respectivamente.

Según vente-privee, en calzado existen dos polos de marcada tendencia: Italia y España, que destacan por gustos más atrevidos. Los italianos demandan más tendencia y los españoles apuestan por el color. Por su parte, Francia y Alemania muestran una mayor predilección por la sobriedad y piezas más clásicas, siendo el gusto francés más sofisticado y el alemán más básico y funcional.