Estalla la polémica entre los proveedores de Mercadona
La reorganización del catálogo de marcas emprendida por Mercadona ha abierto una brecha de descontento en algunos de los proveedores de la cadena, afectados por la medida.
La empresa valenciana ha eliminado 800 de las 9.000 referencias que ofrecía en sus lineales, provocando la salida de primeras marcas de grandes fabricantes y otras de marca propia. Su objetivo es abaratar los costes y trasladar la rebaja al cliente final.
Sin embargo, esta estrategia ha impactado de forma negativa en aquellos proveedores e interproveedores cuyo recorte ha sido “amplio”, desde el 30% hasta el 50% de sus marcas. Los industriales reconocen el derecho de Mercadona a cambiar su política comercial, pero critican la forma en que se ha llevado a cabo el ajuste.
Ninguno se ha manifestado a nivel particular, pero varios han trasladado su malestar a la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB), que por el momento no ha emprendido ninguna acción, pero ha dirigido una circular informativa a sus socios recordándoles el artículo 16.3 de la Ley de Competencia Desleal de 1991.
A partir de aquí, la patronal señala dos opciones en caso de demanda, alegar que se depende económicamente de la cadena o demostrar que se ha resuelto la relación sin un preaviso con un plazo mínimo de seis meses, tal y como establece la letra de ley, un requisito que sólo se descarta en el caso de que existan “incumplimientos graves de las condiciones pactadas o en caso de fuerza mayor”.