Europastry. Invertir bajo incertidumbre

La incertidumbre que domina el panorama económico actual no supone un freno para una de las empresas más importantes en el sector de la panadería en España. Europastry seguirá con su plan de inversiones y apuesta por la calidad para mejorar el consumo.

Después de varias décadas sin importantes subidas en el precio de los cereales, los fabricantes han visto como en un periodo de tiempo muy corto (dos o tres meses) se han llegado a doblar sus costes. La consecuencia para cada familia es un encarecimiento en la cesta de la compra de entre 30 o 60 euros al año, sólo en pan, bollería o derivados. Un gasto que puede repercutir negativamente en la compra de estos productos.

Desde Europastry, su presidente y fundador, Pere Gallés, señala que habrá que esperar al mes de abril, cuando se conozcan las cosechas y salgan las existencias almacenadas para saber como se reorganizan los precios. “No descartamos que hayan bajadas”, afirma, aunque también reconoce que podemos vivir otro año de subidas generalizadas. Lo que sí tiene claro es que los precios no volverán a los niveles anteriores.

Actualmente, según los últimos datos del Panel de Consumo que elabora el Ministerio de Agricultura, el consumo per cápita de pan en España es de 54 kg/hab/año, una cifra que sitúa a nuestro país en la cola de Europa y cuya tendencia es a la baja.

Apuesta estratégica
En Europastry tienen un objetivo claro, aumentar el consumo vía productos de mayor calidad. Para conseguirlo han invertido quince millones de euros en una nueva categoría de pan, “Gran Reserva”, que se elabora siguiendo el método tradicional de triple fermentación. Sólo con este producto la compañía espera obtener unas ventas de 30 millones de euros en 2008.

La nueva línea de producción está operativa en la planta que la compañía tiene en Vallmoll (Tarragona) y permite duplicar la capacidad actual que es de 1.500 kg/hora. La idea de la compañía es implantar este proceso en sus 35 líneas de pan. El problema, como reconoce Gallés, es su elevado coste (entre 15 y 16 millones de euros para cada una).

Además de estas inversiones ha destinado 35 millones de euros en ampliar su capacidad logística. Lo que supondrá la puesta en marcha durante este año de dos silos, uno de 10.000 palets en Rubí (Barcelona) y otro de 20.000 en Vallmoll. También ha iniciado una línea de bollería en su planta de Carregado (Portugal), la primera de estas características fuera de España. Por último, está en proyecto la construcción de un almacén frigorífico en su planta de Azuqueca de Henares (Guadalajara).

Salida a Bolsa
Para cubrir todos estos planes de inversión cifrados en 50-75 millones de euros anuales la compañía necesita captar capital. La forma de conseguirlo será mediante la salida a Bolsa del 40% de su capital social, previa ampliación de éste, y estará abierta a entidades nacionales, internacionales y pequeños inversionistas.

Aunque en principio esta salida estaba fijada para finales de 2007, la incertidumbre generada por la crisis de créditos en Estados Unidos, retrasó sus planes para este año. Sin embargo, las turbulencias actuales del mercado hacen que sea recomendable seguir postergando sus planes. “Esta operación está en manos de bancos de inversión que son los que decidirán la fecha”, indica el máximo responsable de la compañía, que no descarta que se pueda saltar al parqué en el último trimestre del año.

Tampoco cierra la puerta a la entrada del capital riesgo en su accionariado, aunque no es una opción que se maneje hoy en día. “Durante varios años hemos trabajado con algunos de estos fondos (Inveralia, Paul Capital, Fingalicia) y la experiencia ha sido buena y nos ha permitido crecer”, explica Gallés.

Europastry cuenta con diez plantas de producción, una de ellas en Portugal y 2.500 empleados. Su negocio se estructura en dos áreas: la profesional donde opera con las marcas Fripan, Frida y Yaya María, y la de retail con sus establecimientos El Molí Vell (tiendas propias y franquicia) cuya facturación en 2007 fue de treinta millones de euros.