Quevana abre en Segovia una de las mayores fábricas de queso de anacardos de Europa
La nueva planta en Vallelado (Segovia) tiene capacidad para producir más de 400.000 unidades al mes de queso de anacardos.
La empresa española Quevana, pionera en innovación de quesos vegetales en Europa, ha dado un paso decisivo en su crecimiento con la inauguración oficial de una de las mayores instalaciones del continente dedicadas a la producción de queso de anacardos. La nueva planta, situada en Vallelado (Segovia), supone un hito para la marca, que aspira a transformar la industria láctea con alternativas de origen vegetal, sin renunciar al sabor ni a la calidad nutricional.
La fábrica, de 2.400 metros cuadrados, ha sido construida sobre una antigua instalación cárnica cerrada en 2013, completamente renovada y adaptada para elaborar los quesos de anacardos fermentados y madurados característicos de Quevana. Cuenta ya con certificación ecológica y de calidad IFS, y es capaz de producir más de 400.000 quesos al mes, lo que permitirá a la compañía dar respuesta a la creciente demanda en Europa.
“Este es un paso histórico en el desarrollo de nuestra empresa y nos permitirá seguir creciendo con nuestros clientes actuales, así como empezar a trabajar con muchos nuevos clientes a los que no podíamos suministrar antes por falta de capacidad productiva”, explica Alejandro Álvarez Rubio, CEO y cofundador de Quevana.
La marca elabora sus productos a partir de leche de anacardo, replicando los procesos tradicionales del queso con técnicas propias de fermentación y maduración. El resultado son seis variedades de quesos semicurados, Original, Trufa, Ajo con Aceite de Oliva, Ahumado, Pimentón y Hierbas Provenzales— curados entre uno y dos meses, y ya presentes en cadenas como Jumbo (Países Bajos), Continente (Portugal) y tiendas especializadas de España y Alemania.
Más allá de su sabor, Quevana se diferencia por cumplir con cuatro estándares clave: productos deliciosos, saludables (solo tres ingredientes base: anacardos, sal y probióticos), sostenibles (hasta un 90% menos de uso de suelo que el queso tradicional) y accesibles. En 2023, la marca redujo sus precios un 50% gracias al escalado de su producción, alcanzando la paridad de precio con los quesos lácteos convencionales.