Campaña de Navidad en centros comerciales: emociones que conectan a través de los detalles
Un artículo de Cristina Macarrón, CMO de Castellana Properties.
La Navidad es, sin duda, uno de los momentos más emocionantes y desafiantes del año en el ámbito del marketing para centros comerciales. Organizar un evento es una tarea compleja, pero si a eso le sumas coordinarlo en 10 centros comerciales, en la misma fecha y en diferentes localizaciones a lo largo de toda la península ibérica, es un reto que combina una planificación meticulosa, un fantástico equipo que lo lleve a cabo, creatividad y una capacidad especial para conectar con las emociones de los clientes.
La magia de la Navidad radica precisamente en ese equilibrio: mantener una visión global que una a los clientes de todos los activos, sin perder los matices que los hacen únicos. Una de las particularidades de los eventos navideños, frente a otras iniciativas que se llevan a cabo durante el año, es su concentración en un mismo periodo.
Mientras que otras acciones pueden desplegarse de manera escalonada a lo largo del tiempo en diferentes centros, la Navidad exige una sincronización precisa. Todo debe estar listo y alineado en el mismo momento, desde las decoraciones hasta cada una de las animaciones. Y para los centros comerciales de Castellana Properties el pistoletazo de salida es el encendido navideño.
Este año, en los centros de Castellana Properties, el encendido lo celebramos 22 de noviembre. Este momento no es casual: una fecha estratégica que coincide con el inicio del periodo en el que los clientes comienzan a planificar sus compras navideñas y que precede al Black Friday. Tener los centros comerciales decorados y vestidos de espíritu navideño en estas fechas no solo genera impacto visual, sino que crea una conexión emocional con los visitantes, también en el momento de las ventas impulsadas por el Black Friday.
Además, el planteamiento de las campañas navideñas requiere una perspectiva 360, que integre diferentes dimensiones y soluciones. Lograr esta integración implica trabajar con diversos proveedores y recursos para asegurar que cada centro comercial reciba exactamente lo que necesita. No se trata de buscar soluciones estándar o llave en mano, sino de crear propuestas personalizadas que respondan a las necesidades específicas de cada activo.
Este enfoque hace que las campañas sean más completas, aunque también más complejas. Sin embargo, el resultado es una experiencia más rica y memorable para los clientes. No se trata de perseguir el evento perfecto, sino de lograr una campaña navideña que conecte emocionalmente con las personas. Esto se construye combinando luz, música, tradición, emoción, tecnología y comunicación para crear una atmósfera que invite a vivir y sentir la Navidad.
Los centros comerciales se transforman en lugares donde la magia de esta época se respira en cada rincón gracias a experiencias sensoriales que evocan emociones: el aroma de castañas asadas y dulces navideños, la música festiva y las luces cálidas que llenan de encanto los espacios. Más allá de la decoración y los eventos, la clave está en generar recuerdos y transmitir sensaciones como la ilusión, la alegría o la emoción, reforzando ese ambiente entrañable y familiar que caracteriza a la Navidad.
Esta experiencia no se limita únicamente a los eventos en sí. La oferta comercial juega un papel fundamental en esta atmósfera, y debe estar perfectamente integrada en la narrativa navideña. Desde promociones especiales hasta atracciones temáticas, cada rincón del centro comercial debe invitar a los clientes a disfrutar de la Navidad desde todas las perspectivas.
Y hay un último elemento que es casi más relevante que todo lo anterior. Ninguna campaña puede alcanzar su máximo potencial sin una comunicación efectiva. En un entorno tan competitivo como el de los centros comerciales durante la Navidad, lograr transmitir de forma clara y atractiva lo que el centro tiene para ofrecer es esencial. No importa si se colabora con grandes marcas o con iniciativas más locales; lo que marca la diferencia es la capacidad de comunicar la esencia de lo que se está haciendo.
La comunicación clara y constante no solo atrae a los clientes, sino que también les permite entender y valorar mejor la experiencia que se les ofrece. Comunicar bien es, en definitiva, tan importante como diseñar un buen evento. Lograr que 10 activos celebren la Navidad al mismo tiempo, con una estrategia común pero en todo momento respetando su propia personalidad, es un ejemplo de cómo el marketing puede superar los límites de la logística y la creatividad para generar emociones reales.
La magia de la Navidad no está solo en las luces o en los villancicos, sino en la capacidad de unir a tantas personas bajo un mismo sentimiento y hacerlas partícipes de algo especial. La verdadera esencia de estas fechas está en las emociones que se generan, y en la forma en que cada rincón de un centro comercia puede convertirse en un lugar donde la Navidad se sienta más viva que nunca.
Cristina Macarrón, CMO de Castellana Properties.