Los fabricantes europeos vuelven a rechazar el retraso de la ley antideforestación

Nestlé, Ferrero y Unilever forman parte de los más de 50 fabricantes europeos en pedir a la UE que no modifique la norma aprobada en junio de 2023.

Más de 50 fabricantes europeos, entre los que se encuentran grandes compañías como Nestlé, Ferrero y Unilever, han trasladado a la Unión Europea su malestar por el retraso de la aplicación de la Ley antideforestación, cuya entrada en vigor estaba prevista para enero de 2025 y que, sin embargo, se aplazará otros 12 meses. 

Según han informado estas compañías a través de Financial Times, el retraso de la aplicación de la ley antideforestación de la UE anunciado a comienzos del pasado octubre por la Comisión Europea podría incentivar la incorporación de nuevas cláusulas a la norma, causando así incertidumbre y poniendo en riesgo inversiones futuras o ya en marcha. 

“Nestlé ha trabajado mucho para cumplir con las disposiciones de la ley”, ha comentado Bart Vandewaetere, vicepresidente de ESG en Nestlé Europa, añadiendo que sus proveedores “ya han tomado medidas significativas para cumplir con lo estipulado” y ha animado a los legisladores europeos a “conservar el marco principal de la legislación, sin volver a abrirlo”. 

A comienzos de octubre, la Comisión Europea informó que la aplicación de la nueva ley ambiental aprobada en junio de 2023 se retrasaría 12 meses más ante las quejas de compañías y países de terceros, que alegaban que todavía no estaban preparados para su entrada en vigor en enero de 2025. 

Junto a este retraso, la Comisión publicó unas orientaciones para aportar “claridad adicional” a las empresas y a las autoridades encargadas de hacer cumplir la normativa, entre las que destaca la creación de un punto de contacto único para el apoyo informático a los operadores empresariales, apoyo para probar los archivos de geolocalización e instrucciones multilingües para el usuario sobre el sistema. 

E informó que propondrá nuevas leyes adicionales antes del 30 de junio de 2025, tras “intensos diálogos” con la mayoría de países interesados.

Voces a favor y en contra

No es la primera vez que grandes fabricantes de Gran Consumo muestran su rechazo al retraso de la ley antideforestación, norma que exige a los proveedores que certifiquen que sus productos (de soja, carne de vacuno, café, aceite de palma, caucho, cacao, madera y sus derivados, como el cuero y los muebles) no proceden de zonas que hayan sido recientemente despojadas de bosques para dar paso a granjas y plantaciones. 

Nestlé, Mars Wrigley y Ferrero fueron algunas de las empresas que ya en julio mostraron su rechazo al retraso de la norma, frente a otras organizaciones que se han mostrado a favor del mismo, como la Confederación de Industrias Papeleras Europeas que alegaba que los sistemas de la UE para gestionar el cumplimiento no estaban acabados, o Eurocommerce, que argumentaba que con la normativa se verán impactados sobre todo los minoristas y mayoristas. 

“Existe un riesgo claro de que se interrumpen los suministros, que las pymes sean excluidas debido a la falta de preparación y que las importantes inversiones comerciales necesarias para su implementación estén mal dirigidas”, pidiendo que la norma se retrasara al menos seis meses.