Consumidores españoles, más optimistas
Los mensajes de que la recesión comienza a mitigar sus efectos, empiezan a tener cierto reflejo en la percepción de los ciudadanos españoles, que se muestran algo más optimistas sobre el estado de la economía y la situación global del país. De hecho, en el último año, el Índice Global de Confianza del Consumidor, elaborado por Nielsen ofrece una evolución positiva de 12 puntos.
No obstante, los niveles de confianza de los españoles se sitúan en 58 puntos, cifra muy inferior a la media europea, igual a 73 puntos, y muy alejada también de países como Alemania (95 puntos) o Reino Unido (84 puntos).
Los datos de la consultora, relativos al cuarto trimestre de 2013, recabados en 60 países de todo el mundo, revelan que empiezan a percibirse tímidas mejorías en la apreciación de las cuestiones que más preocupan a los españoles.
Así, las expectativas sobre el empleo mejoraron en 15 puntos a lo largo del año pasado. En cambio, el sentimiento sobre otros ámbitos, como el estado de las finanzas personales, continúa empeorando, hasta el punto de que un 71% considera que la situación de sus bolsillos es mala o no muy buena.
Según el director general de Nielsen España, Gustavo Núñez, la percepción de los consumidores sobre sus finanzas está directamente relacionada con los años de crisis y con la moderación salarial. Tanto es así que “un 77% de los españoles cree que los próximos doce meses todavía serán malos para comprar, señal inequívoca de las expectativas de consumo de la ciudadanía”.
OCIO Y AHORRO
En este sentido, el informe pone de manifiesto que una vez cubiertos los gastos básicos, como la alimentación o la vivienda, un 34% de los españoles prefiere destinar el presupuesto sobrante a su tiempo de ocio, mientras que el 41% lo dedica directamente a ahorrar. Compra de ropa, vacaciones o pago de deudas ronda o superan el 25% (29%, 27% y 23%, respectivamente) Los productos de tecnología y las mejoras en el hogar copan el 15% y 13%, respectivamente), mientras que lo que despierta menor interés son los planes de pensiones (6%) y los productos de inversión (5%).
Además de éstos, entre nuestros consumidores, existe un 22% que afirma que, tras pagar los gastos básicos, no le queda dinero alguno para otras partidas. Aún así, este grupo también se ha reducido en comparación con el anterior informe, ya que antes se situaba en el 26%.
CAMBIO DE HÁBITOS
El cambio de hábitos de consumo generado por la crisis es un hecho. El 77% de los consultados reconoce que en el último año ha modificado sus rutinas de compra para ahorrar. Este porcentaje es muy similar al de otros países del entorno mediterráneo, que han sufrido situaciones económicas extremas como Italia (77%), Portugal (82%) o Grecia (85%), donde la media europea se sitúa en el 61%.
Más de la mitad de nuestro compatriotas (68%) asegura que ha renunciado al ocio fuera de casa y un 66% afirma que ahorra en gas o electricidad. Otras fórmulas empleadas por los españoles para salvar algo de dinero han sido renunciar a comprar ropa nueva, reducir la factura del teléfono, usar menos el coche o adquirir productos de marcas de alimentación más baratas.
Estos hábitos, aprendidos con la recesión, podrían tener continuidad una vez que las condiciones económicas mejoren. De hecho, un 53% asegura que seguirá reduciendo su consumo en gas y electricidad aunque la situación económica remonte.