El modelo vendor flex de Amazon, ¿un sistema de distribución sostenible?
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) analizan el impacto ambiental del modelo de distribución vendor flex, implantado desde 2017.
Un grupo de investigadores de la ETSI Industriales de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), en colaboración con la Universidad Tor Vergata de Roma, ha analizado el modelo vendor flex de Amazon, adoptado por la compañía en 2017 para aprovechar los almacenes de sus proveedores. Y, en concreto, si este sistema es realmente más sostenible que el anterior.
Según informan los investigadores, con vendor flex Amazon acordaba con sus proveedores, conocidos como vendors, emplear sus almacenes para almacenar los productos que luego suministrará a los consumidores, eliminando así un paso en el proceso al no tener que enviar el producto primero a los almacenes centrales de Amazon.
El estudio se centra en si realmente este nuevo modelo es más sostenible que el anterior. “Se busca entender cómo esta colaboración entre Amazon y sus proveedores puede contribuir a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos en la Agenda 2030 de Naciones Unidas”, explica Gustavo Morales, del departamento de ingeniería de organización, administración de empresas y estadística de la ETSI Industriales y uno de los autores del estudio.
El vendor flex, explican los investigadores, transforma los almacenes de los vendors en lo que Amazon denomina nodos. Estos nodos se convierten en nuevos centros de cumplimiento de Amazon, desplegables de manera rápida y eficiente. Operados exclusivamente por empleados de Amazon y utilizando su inventario, estos nodos están estratégicamente ubicados en todo el mundo, permitiendo una distribución ágil y reduciendo significativamente los tiempos de envío.
Para los investigadores de la UPM, el modelo cumple las expectativas creadas por la compañía: no solo optimiza la cadena de suministro, sino que también aporta beneficios ambientales y económicos. “Al aprovechar la capacidad subutilizada en los almacenes de los vendors, Amazon reduce significativamente la necesidad de construir nuevos centros de cumplimiento, ahorrando cientos de millones de dólares en inversiones”, expone Antonio Hidalgo, otro de los investigadores participantes en la investigación.
“Durante picos de demanda, como Black Friday o Navidad, el vendor flex resuelve problemas de capacidad de almacenamiento al hacer un uso intensivo de la tecnología y la mano de obra disponible. Esto mejora la velocidad de procesamiento de pedidos, reduce las situaciones de falta de stock y contribuye a la eficiencia del último tramo de entrega”, añaden los investigadores.
Cambios operativos para lograr los objetivos de sostenibilidad
Los hallazgos revelan que el modelo implementado por Amazon ha demostrado ser una alianza eficiente que optimiza procesos y fortalece la cadena de suministro, contribuyendo así al logro de los objetivos y metas de la Agenda 2030. A través de la implementación de tecnologías avanzadas y el intercambio de conocimientos, se logra una mayor eficiencia operativa y una significativa reducción de emisiones de CO2, al tiempo que se generan beneficios económicos para ambas partes involucradas.
Los resultados, que han sido presentados en el International Forum on Knowledge Asset Dynamics (IFKAD) en Suiza, exponen, según los investigadores, la importancia de que las grandes compañías asuman cambios en sus modelos de negocio si se desean cumplir los objetivos medioambientales.
“Al abordar las cuestiones medioambientales y sociales en las etapas más lejanas de la cadena de suministro, se reconoce la responsabilidad de las empresas en la construcción de cadenas más sostenibles e integradas. El modelo Vendor Flex se presenta como una estrategia eficaz para lograr este propósito, destacando el papel de las alianzas estratégicas en la construcción de cadenas de suministro sostenibles”, concluyen.