Datos de la Industria Alimentaria en 2022. La inflación frena el crecimiento y las exportaciones
Inflación, coste de los transportes y de las materias primas impactan en la Industria de Alimentación y Bebidas.
Freno al crecimiento, bajada de las exportaciones con alza de las importaciones que desnivelan la balanza comercial, menor número de empresas, principalmente pymes y retrocesos en la inversión en I+D.
Son algunos de los datos del Informe Económico de la Industria de Alimentación y Bebidas elaborado por FIAB, en colaboración con el MAPA, que recoge las principales magnitudes del sector durante 2022.
Un año difícil ante un 2023 marcado de nuevo por la incertidumbre y en un «momento decisivo» como ha señalado Mauricio García de Quevedo, director general de Fiab en la presentación del Estudio. «Si tenemos en cuenta el fuerte componente de PYME que tiene este sector, el desequilibrio generalizado de la actividad económica, la inflación, la crisis en la oferta de los componentes tecnológicos y la elevación de los tipos de interés, resulta una tarea titánica para las empresas abordar cualquier decisión inversora que se exige de cara a cumplir con determinados objetivos”.
Menor crecimiento
Durante 2022, la producción real de la industria de alimentación y bebidas ascendió a 144.955 millones de euros, alcanzando un crecimiento del 1,5%. Esta tasa muestra la contención de la actividad de la industria, comparada con el promedio entre 2015 y 2019, (obviando los años 2020 y 2021, excepcionales por la situación del COVID-19) que se situó en el 4,5%.
Desde finales de 2021 los precios de producción se han ido acelerando, hasta el 18,6% al cierre del ejercicio 2022. Esta situación se ha transformado en una pérdida de dinamismo de los ritmos reales de la actividad productiva del sector y en una reducción de márgenes en un intento de no generar mayores desajustes entre oferta y demanda.
Este escenario de aumento de precios, junto a las medidas adoptadas para la contención de la inflación como las subidas de los tipos de interés, ha llevado a los hogares a modificar sus patrones de consumo u contener el gasto.
El volumen del consumo se ha retraído hasta los 66.294 millones de euros (-1,1%). De igual forma, sucede con el gasto medio por persona en el hogar, que refleja una caída del -1,8% (1.427€) con relación al mismo periodo de 2021.
Mayoría de Pymes
La industria de alimentación y bebidas continúa siendo el sector industrial con mayor fortaleza en España. El Valor Añadido Bruto se ha cifrado en 29.786 millones de euros, un crecimiento del 13,9% que, una vez ajustado el efecto de los precios, quedaría en un 4,1%. De esta manera, el peso del sector representa el 19,3% de la industria manufacturera y cerca del 2,5% del total de la economía española.
La dinámica empresarial del sector ha logrado mantenerse por encima de las 30.000 empresas (30.159) con un leve retroceso del -0,3%, es decir, 101 compañías menos.
El 78,8% de la actividad generada por la Industria de Alimentación y Bebidas lo hace en empresas de menos de 10 asalariados. Y son estas las que más acusan la crisis.
En 2022, más de 150 pequeñas empresas, de menos de 50 asalariados desaparecieron. Las empresas de mayor tamaño han experimentado un avance del 11,4%.
Empleo en positivo
La radiografía laboral muestra un avance en el número de afiliados a la Seguridad Social del 3,2%, es decir, 454.800 empleos directos, y lo hace con ritmos superiores al crecimiento de la industria manufacturera, que situó en el 2,4%. Acorde, además, con las cifras de la Encuesta de Población Activa (EPA), el número de ocupados también mejoró sus datos.
Así, tanto en términos de ocupación como de afiliados, las cifras totales de 2022 no solo6no en el 39,1%, claramente superior al conjunto de las manufacturas (28,4%). El empleo joven (perfiles por debajo de los 35 años) suponen el 27,2% de los trabajadores.
Más importaciones
La pérdida de dinamismo económico global ha repercutido en las exportaciones de los alimentos y bebidas españoles.
El valor de las ventas al exterior de los alimentos y bebidas experimentó un aumento del 9% hasta alcanzar los 41.643 millones de euros. Sin embargo, este crecimiento no se corresponde con el volumen exportado, que se contrajo un -7,2%.
En 2022, el número de empresas exportadoras disminuyó en un -2,3%, hasta las 18.902.
Aun así, el mercado internacional sigue siendo un fuerte pilar para la industria española. Los alimentos y bebidas continúan representando una de las ramas de actividad determinante de la contribución del comercio internacional al crecimiento económico. La industria española ha concentrado el 10,4% de las ventas europeas situándose como la cuarta economía exportadora.
Lo extraordinario de este ejercicio se refleja en el avance de las importaciones, arrojando una balanza comercial más limitada que en años anteriores, aunque positiva, de 10.640 millones de euros (-20,1%). La incertidumbre que domina 2022 ha roto la tendencia creciente que se mantenía desde 2008.
Por mercados, la UE sigue siendo el principal destino de las exportaciones de nuestra industria, con una cuota del 57,7%. Entre los principales destinos se sitúan Francia (6.124M€), Portugal (4.506M€) e Italia (4.126M€). El primer socio extracomunitario es Estados Unidos (2.467M€), que mejora su posición y adelanta a China. En quinto lugar, se sitúa Alemania, que experimenta una mejora de sus ventas, con 2.258M€. Completan la clasificación Reino Unido (2.287M€), China (2.258M€), Países Bajos (1.386M€), Japón (1.215M€) y Bélgica (949M€).
La industria pide seguridad ante la incertidumbre
El sector advierte de un inicio de ejercicio 2023 en la línea con el análisis de 2022. Al escenario inflacionista se suma además otros elementos determinantes como la sequía en nuestro país, devolviendo una mayor inestabilidad a la actividad de la cadena alimentaria.
El sector reclama un ámbito regulatorio y fiscal que tenga en cuenta este difícil contexto para proteger a un sector estratégico para España y Europa de la vulnerabilidad económica a la que está precipitando esta situación. Entre otras cuestiones, “es urgente la resolución de las convocatorias del PERTE agroalimentario para permitir dotar a esas pequeñas y medianas empresas de los recursos necesarios para adoptar las inversiones necesarias en innovación y mejorar así su competitividad”, asegura Mauricio García de Quevedo
Por su parte el secretario general de Agricultura y Alimentación, Fernando Miranda ha valorado el papel de la industria en el desarrollo de las zonas rurales y también por la internacionalización y la apertura de nuevos mercados.
En la presentación del Informe, Miranda ha querido destacar el esfuerzo realizado por la industria para absorber parte de los costes. “Durante 2022 hemos sufrido una crisis global, en parte como consecuencia de la invasión de Ucrania, que ha generado incertidumbre, inestabilidad y la grave situación de inflación que todos padecemos. Los resultados presentados por muchas empresas del sector demuestran cómo han reducido sus márgenes para no trasladar al consumidor las subidas que han sufrido” ha afirmado.