La industria agroalimentaria, muestra su preocupación ante la reforma de las pensiones
Desde Fedacova hablan más de “reforma de cotizaciones”, y no “de las pensiones”.
La industria agroalimentaria se muestra preocupada ante la reforma de las pensiones. La Federación Empresarial de Agroalimentación de la Comunidad Valenciana (Fedacova) ha analizado el texto publicado del Real Decreto publicado en el BOE, manifestando que en ningún momento el Gobierno ha contado con la representación empresarial en esta materia.
“De hecho, estamos ante una reforma de las cotizaciones, no de las pensiones, pues el resultado de la nueva norma supone, en esencia, trasladar toda la responsabilidad respecto a la sostenibilidad del sistema, a las cotizaciones, es decir, al gasto laboral de las empresas”, señalan desde el departamento Laboral de Fedacova.
También, apuntan, “es preocupante que pese a la reforma, no quede garantizada la sostenibilidad, lo que obliga a prever una mayor carga del coste laboral en años próximos mediante los mecanismos previstos en la propia normativa”. Las empresas asumen más del 80% del coste, frente a las cotizaciones aportadas por las personas trabajadoras, que son mucho más inferiores que en otros países de la Unión Europea, donde la media se sitúa en un reparto más equilibrado y en ocho puntos menos.
Desde Fedacova lamentan el establecimiento de la denominada “cotización de solidaridad”, que supone quebrar el principio de contributividad y encarece el mecanismo de equidad intergeneracional, sin que tenga reflejo en la acción protectora. “Es por tanto, un mero impuesto o ‘derrama’ sobre el trabajo, que van a asumir las empresas”, exponen.
Un recorte de derechos sociales
Por último, traslada el departamento Laboral, también se incrementan las bases máximas con un efecto menguado sobre la acción protectora y la carrera previa de cotización: se pasa de los 25 años actuales a 27 años, “para cobrar, en el mejor de los casos, lo mismo”. “Hay por tanto un recorte de derechos sociales. Y aunque es cierto que entre los años 2027 a 2040 se podrá elegir las bases de cotización de mayor importe, después se elimina esa posibilidad de elección” denuncian.
El incremento de los gastos laborales derivados de la reforma de las cotizaciones se va a trasladar a la gestión de las plantillas, y también a la política de contratación y de gestión del talento en las empresas, “lastrando de ese modo la competitividad del sector”; Además, el progresivo retraso en la edad efectiva de jubilación “hace prever un mayor absentismo”, sin que se haya adoptado “ninguna medida para que las empresas puedan afrontar esta situación”.