Envases y sostenibilidad, compromiso irrenunciable

El peso de los envases es en la actualidad un 13% inferior que hace trece años. Innovación y apuesta por la sostenibilidad de la industria han conseguido que un envase de yogur pese la mitad, una lata de cerveza sea un 17 % más ligera o que una botella de agua incorpore plástico reciclado de origen renovable.

Las empresas españolas están cada vez más concienciadas sobre la importancia de crear conciencia medioambiental, permitiendo así cuidar mejor de nuestro entorno. Muchas son las medidas aplicadas que contribuyan a reducir la huella ambiental de los productos de consumo. Un papel fundamental tienen los envases, sean en plástico, latas o bricks, en los que innovadoras soluciones están proporcionando no solo un diseño más eficiente y funcional, sino también un gran ahorro en materias primas, energía, agua o en la emisión de CO2 a la atmósfera. La innovación y el compromiso con la sostenibilidad son en este sector indisolubles.

Pymes innovadoras
En 2012, y gracias a las aplicaciones recomendadas en el Plan de Prevención, se ahorraron en España 30.000 toneladas de materias primas, un millón de MWh de energía y cinco millones de metros cúbicos de agua, evitando además la emisión de 90.000 toneladas de CO2 a la atmósfera.

Son datos del balance que realiza Ecoembes del V Plan de Prevención en el que han participado más de 2.400 compañías, 67 más que el año anterior, que han implantado un total de 3.192 medidas de ecodiseño que contribuyen a reducir la huella ambiental. Llama la atención de forma positiva la amplia participación de las pymes (un 77 %) frente a las grandes compañías. En cuanto a los sectores a los que pertenecen, más de la mitad de las medidas (51%) han sido implantadas en el sector de la alimentación; seguido por el equipamiento del hogar (19%); el cuidado personal (14%); el sector textil y piel (9%); y finalmente el 7% en el sector de motor y ocio.

Por tipo de medidas, la mayor parte se han centrado en la reducción del peso de los envases y el rediseño; seguido del reciclaje y la reutilización  para elaborar nuevos productos y darles una nueva vida; y por último, medidas enfocadas a la reducción del impacto ambiental, utilizando envases más compatibles con el reciclado.

Desde que se inició el Plan de Prevención en 1999, Ecoembes trabaja con las compañías envasadoras en el impulso de acciones de ecodiseño con el que se ha logrado implantar más de 31.000 medidas de prevención, equivalente a un ahorro de 420.000 toneladas de materias primas. En otro sentido, y según datos de Ecoembes, en 2012, se reciclaron casi una 1,2 millones de toneladas de envases ligeros y envases de cartón y papel en todo el territorio nacional, alcanzando una tasa de reciclado de 70,3%. Desde 1998, cuando el SIG de Ecoembes comenzó a funcionar, se ha evitado la emisión de más de 12,6 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera a través del reciclaje de 12,8 millones de toneladas de envases, o lo que es lo mismo, 960 estadios de fútbol repletos de envases. Esta cifra supone también un ahorro de 14,5 millones de Mwh, superior a la energía consumida por los habitantes de Valencia y Bilbao durante un año, o al consumo anual de agua de 5,5 millones de ciudadanos (343 millones de m3).

Cadena agroalimentaria y medio ambiente
No solo el sector de envases se compromete con la sostenibilidad ambiental. El total de la cadena agroalimentaria, desde las organizaciones agrarias del sector primario o cooperativas hasta industria, distribución y hostelería, han firmado un Convenio de Colaboración voluntario con el Ministerio de Agricultura, Alimentación, y Medio Ambiente (MAGRAMA) a través del cual se compromete a promover la sostenibilidad medioambiental dentro de su ámbito de actuación hasta 2018.

Entre sus objetivos, el acuerdo contempla el consumo eficiente de recursos naturales y la difusión de estas prácticas en empresas, empleados y consumidores. Los representantes de la cadena agroalimentaria resaltan que la responsabilidad medioambiental implica, “el cuidado medioambiental, proteger los recursos naturales limitados del planeta, pero también asegurar la competitividad y la prosperidad a largo plazo”.

Así, y para poder desarrollar este compromiso de sostenibilidad medioambiental, los firmantes del acuerdo incluirán en sus planes anuales la dimensión medioambiental de su actividad. Además, fomentarán entre sus asociados el consumo eficiente de recursos naturales, en especial de materias primas, agua y energía. También trabajarán en la concienciación medioambiental de la cadena a través de la formación, comunicación y difusión del conocimiento de esta materia entre empresarios, trabajadores y consumidores.

Una de las herramientas que se podrá emplear con este fin será la elaboración de guías para promover y difundir condiciones de uso sostenible de los productos agroalimentarios entre los consumidores. Además, se propondrá la realización de estudios y análisis de posibles acciones relacionadas con la cadena agroalimentaria y la sostenibilidad medioambiental. Por último, se espera que colaboren también con asociaciones de consumidores y otras instituciones o sectores de la sociedad interesados en la promoción de la sostenibilidad medioambiental en la cadena agroalimentaria.