El recorte de gasto del consumidor, obliga a marcas y retailers a reajustar sus precios
Un informe recomienda a fabricantes y distribuidores reevaluar su estrategia de fijación de precios
Con seis de cada 10 consumidores que se muestran inquietos por su situación financiera y cerca de la mitad reduciendo sus gastos generales, fabricantes y distribuidores deben transformar sus operaciones para satisfacer las demandas actuales de los compradores, que piden productos más asequibles y que les permita beneficiarse de la reducción de costes.
Son algunas de las conclusiones extraídas de la segunda edición del informe anual sobre tendencias de consumo del Instituto de Investigación Capgemini, ‘Lo que importa al consumidor actual’, que desvela el impacto del aumento del coste de la vida en los hábitos y preferencias de gasto entre los consumidores.
Un 73% de encuestados asegura realizar menos compras compulsivas y un 69% ha decidido recortar gastos no esenciales (como la compra de productos electrónicos, juguetes y el ocio nocturno) y retrasar la adquisición de bienes de lujo. Con el objetivo de ahorrar, un 64% afirma comprar en hipermercados y tiendas de descuento y un 65%, marcas de distribuidor o de bajo coste.
Por otro lado, la sostenibilidad continúa como un factor para decidir en qué comercio o marca comprar, aunque menos de la mitad de encuestados (41%) asegura estar dispuesto a pagar más por un producto que considera sostenible. Este porcentaje resulta inferior al 57% recogido en 2020.
No obstante, desde Capgemini recomiendan a marcas y retailers reevaluar sus estrategias de fijación de precios para ofrecer opciones asequibles pero sostenibles a los consumidores, además de lanzar programas de fidelización que les ayuden a sortear la crisis actual y fidelizarlos a largo plazo.
“Las empresas minoristas tienen la oportunidad de replantear radicalmente su estrategia operativa para capear el temporal y trasladar esta mejora a los precios”, ha asegurado Lindsey Mazza, responsable global de retail de Grupo Capgemini. “Al identificar nuevas fuentes de ingresos, crear nuevos mercados, transformar las operaciones y optimizar costes, las empresas pueden tener éxito sin comprometer la sostenibilidad o la experiencia general del cliente”.
En este sentido, Mazza recuerda que la tecnología de planificación inteligente de demanda, la gestión de existencias y las operaciones automatizadas “no solo puede ayudar a reducir costes y mantener los márgenes, sino que también aporta beneficios de sostenibilidad a las organizaciones”.