Justicia Alimentaria investiga a Nutriscore como «reclamo nutricional de alimentos insanos»
El sistema de etiquetado Nutriscore compara alimentos de una misma categoría y penaliza a productos de la dieta mediterránea.
Justicia Alimentaria ha lanzado su investigación ‘La gran mentira de Nutriscore. Una herramienta al servicio de las grandes multinacionales de la alimentación procesada’ para denunciar que este sistema de clasificación de alimentos se va a utilizar como reclamo nutricional de alimentos insanos, puesto que permite esconder productos altos en azúcar, grasa y/o sal como saludables.
Según la asociación, formada por personas que creen en la necesidad de cambiar el sistema agroalimentario actual, “Nutriscore se trata de una propuesta de etiquetado que promueve la propia industria y no la que reclama la Organización Mundial de la Salud (OMS), basada en la categorización de los alimentos sanos e insanos, sin término medio”.
La OMS propone clasificación de los ingredientes basados en ‘la grasa total’, ‘la grasa saturada’, ‘el azúcar total’, ‘el azúcar añadido’, ‘los edulcorantes’, ‘la sal’ y ‘la energía’. La propuesta de Nutriscore se categoriza en cinco letras y colores, según el cual la ‘A’ de color verde oscuro es la mejor opción y la ‘E’ roja, la peor. El cálculo del algoritmo hace que la mayor parte de los productos obtengan una clasificación verde a pesar de contener “altos niveles de azúcar, grasa y sal”, al comparar alimentos de una misma categoría.
El director de Justicia Alimentaria, Javier Guzmán, considera que “si se aprueba el sistema de clasificación Nutriscore como perfil nutricional se va a enterrar durante los próximos años la posibilidad real de mejorar la salud alimentaria de la población. Por eso mismo, consideramos que es urgente regular la publicidad alimentaria sin utilizar este sistema y tomar de ejemplo países como Chile o Portugal dónde otro sistema ya está funcionando y está en vigor”.
De hecho, Justicia Alimentaria lleva años reclamando la implementación de un etiquetado obligatorio para todos los productos alimenticios que permitiera diferenciar claramente los alimentos que pueden considerarse insanos. No obstante, en el sistema Nutri-score “el consumidor no puede saber la cantidad de azúcar, sal o grasa que contiene un alimento sin observar la tabla nutricional, como se viene haciendo. El algoritmo está preparado para comparar productos de una misma categoría, no alimentos sin más, lo que genera diversas dudas en la percepción de compra saludable”, han explicado en un comunicado.
Desde Justicia Alimentaria añaden que se puede “esquivar los resultados”, basta con no superar el 22% de azúcares, añadiendo que “las cifras se pueden modular, incluyendo más proteína, fibra, proteína o fruta”, resultando el color verde en el etiquetado”.
Obligatoriedad del etiquetado
Al tiempo de esta presentación, unos días después, el ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha anunciado que va a pedir el próximo 30 de abril en Bruselas que el etiquetado Nutriscore sea obligatorio, ya que, hasta ahora, es de carácter voluntario.
Sin embargo, este etiquetado compara productos alimenticios de una misma categoría y penaliza a algunos productos típicos de la dieta mediterránea, así es el ejemplo del aceite de oliva virgen extra, que tendría una etiqueta roja por ser una grasa, sin tener en cuenta su calidad, como han criticado desde Justicia Alimentaria y el sector de la Oliva.